Sábado 27 de febrero de 2010, p. 22
México dejó de ser competitivo para China en el mercado de Estados Unidos una vez que se amplió más el diferencial entre la capacidad productiva de ambos países, afirmó Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al presentar el libro China y América Latina, relaciones económicas en el siglo XXI, el especialista apuntó que el producto por habitante en China creció a tasas de 10 por ciento anual en las últimas tres décadas, algo no visto en la historia del capitalismo
, por lo cual actualmente es 10 veces más elevado que el de México.
Desde 2003 China es el segundo socio comercial más importante para México, pero la relación entre ambos países no fructifica
ni desarrolla su potencial en materia de inversión porque no hay certidumbre ni claridad entre los gobiernos
, dijo.
No se trabaja activamente en la relación bilateral
La relación con China va más allá de la primitiva concepción de ganadores y perdedores
. El principal problema de México en su relación con este país es institucional, prácticamente no hay un sector público, privado, e incluso académico que trabaje activamente en la relación México-China
.
Sin embargo, hay cada vez una mayor integración comercial con Asia, y dentro de Asia, con China, que partió de cero en 1993 a casi 10 por ciento en 2009, explicó Dussel Peters.
Pero la inversión de China en México es baja porque no hay certidumbre ni claridad entre el gobierno chino y el gobierno federal. La relación no fructifica y la inversión está muy por debajo del potencial precisamente por falta de claridad
. Una prueba de esto, señaló, es el cierre de las oficinas de Proméxico en Shanghai y Hong Kong, dos de las ciudades más dinámicas de China, anunciada a fines de 2009.
En opinión de Enrique Dussel, la relación no fructifica porque no existe un compromiso de las elites económicas y políticas respectivas con su país.
Pero en el caso de México, además, advirtió, no debe perderse de vista que China se convirtió en 2008 en el principal exportador al mercado estadunidense y es el país con el que Estados Unidos tiene su mayor déficit comercial.