El deslinde que el presidente Felipe Calderón expresó acerca de Joaquín El Chapo Guzmán Loera fue objetado por diputados de PRI y PRD. Por separado, advirtieron sobre la existencia de presiones en el entorno del mandatario, porque el cártel de Sinaloa ha resultado el menos perjudicado en la denominada guerra contra el narcotráfico.

Jesús Zambrano, vicepresidente de la mesa directiva, consideró innecesaria la declaración de Calderón, porque sólo se circunscribe a una estrategia mediática, mientras el fondo está en la prevención social del delito y el combate a las redes financieras que permiten el lavado del dinero; tienen los instrumentos para hacerlo, como un esquema integral de tratamiento de adicciones, y si no se transita por esas vías la lucha contra el narcotráfico será infructuosa y seguirá costando más vidas y sangre a la sociedad.

–¿Era necesario que dijera que su gobierno no defiende a El Chapo?

–Es que ha habido señalamientos tan fuertes que dejan sembrada la duda. Insisto, en lugar de salir a la ofensiva con una estrategia integral, se queda a la defensiva prácticamente, sin borrar la sombra de duda que ha provocado la acusación de que hay presunta colaboración o protección al cártel de El Chapo Guzmán.

El priísta Jorge Carlos Ramírez Marín aludió a la denuncia del diputado panista Manuel Clouthier –quien acusó a la administración federal de no actuar contra el crimen organizado en Sinaloa–, y lo hizo tomando como base la información que proporcionan las propias dependencias oficiales.

Su correligionario Alfonso Navarrete Prida consideró que Calderón manifiesta “una gran presión o una gran suspicacia sobre este particular, y el que el árbitro sea imparcial se demuestra con hechos, con detenciones, con aseguramientos y, desde luego, ojalá pronto con la captura de El Chapo Guzmán”.

El coordinador de la bancada del PRD, Alejandro Encinas, indicó que los hechos y resultados de las acciones de la administración federal hablan por sí mismos: “Ha habido más de 54 mil detenciones ligadas al narcotráfico y poco más de 900 corresponden al cártel de Sinaloa; entonces hablamos de un cártel favorecido.

“No es un asunto de especulación, sino que los hechos muestran cómo el cártel más poderoso del país es el que menos daño ha sufrido en la llamada guerra contra el crimen organizado. No se puede esconder la basura debajo del tapete. Evidentemente (el gobierno) tiene que dar cuentas y explicar por qué este cártel sigue actuando con toda impunidad y sin ningún debilitamiento.”