Las disculpas de los Legionarios de Cristo por los actos de pederastia en que incurrió su fundador, Marcial Maciel, así como otros integrantes de la congregación, no son más que una estrategia mediática, pues no hay un arrepentimiento verdadero ni ánimo de reparar el daño causado a aproximadamente 150 menores, que fueron abusados sexualmente entre las décadas de los años 40 a los 70.

Lo anterior fue expresado por José Barba, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México y una de las víctimas de Maciel, quien también descartó que la auditoría que se realiza a los Legionarios de Cristo arroje resultados y sanciones contundentes, no sólo por lo escaso del tiempo para realizar la auscultación, sino porque los visitadores que la efectúan asumen que no son investigadores, sino sólo oidores, así como porque han buscado a integrantes de la legión pero no a las víctimas.

En entrevista, Barba criticó que la petición de perdón esté cargada de retórica y se hace en lo general, sin dar identidad a las víctimas, y con ello se intente ocultar que entre los directivos de la congregación había conocimiento de las actividades delictivas de su fundador, y ahora fingen que no sabían nada, y que sólo vieron lo bueno, tal como mencionó el fin de semana pasado el sacerdote Evaristo Sada, secretario general de la legión y del Regnum Christi (brazo laico de la congregación) en Latinoamérica.

Estas disculpas tiene las características legionarias de la vaguedad general, no comprometerse en ningún sentido que pueda ser impugnable; no dan nombres, fechas y medios concretos de los crímenes y delitos perpetrados por ellos como grupo. Insisten en que los delitos son sólo de parte de Maciel, y nunca admiten que hubo pederastia por parte de sus hijos espirituales dentro de la Legión.

Apuntó que con estas aparentes disculpas sólo se busca convencer de que hay un arrepentimiento, cuando en realidad no lo hay, pues durante muchos años hubo encubrimiento de las actividades de Maciel e incluso se desprestigió a quienes denunciaron los atropellos. La legión utilizó incluso en dos ocasiones a firmas de abogados para acusar mentirosamente a las víctimas de inventar hechos.

Respecto de lo que sucede en la Legión de Cristo, el obispo de Nuevo Laredo, Gustavo Rodríguez Vega, comentó que haber pedido disculpas está muy bien, hicieron bien, y resaltó que debido a que el caso es tan fuerte no se cansan ellos ni nosotros de pedir perdón.