La galería Tate reúne 150 esculturas y pinturas donde el artista plasmó sus obesiones
Martes 23 de febrero de 2010, p. 7
Londres, 22 de febrero. Más que a un distinguido caballero inglés de las artes, la galería Tate Britain de Londres presenta a partir del miércoles a un Henry Moore (1898-1986), rebelde, inmerso en un mundo oscuro de sexo, guerra y muerte.
Más de 150 esculturas y pinturas conforman una exposición que se aleja de esas agradables figuras que adornan parques y plazas de todo el mundo y que constituyen el trabajo más conocido del artista.
Las obsesiones de Henry Moore durante más de 40 años de quehacer creativo están plasmadas en claustrofóbicos dibujos de esqueletos que se esconden de ataques aéreos, o en máscaras primitivas de piedra o figuras femeninas de madera, que poseen una fuerte carga erótica.
Chris Stephens, uno de los curadores de la retrospectiva, espera que ésta arroje una imagen de Moore más oscura y complicada; asimismo, que reafirme su posición como uno de los máximos escultores de los tiempos modernos.
Su filo crítico, su oscuridad, su sexualidad han sido olvidados
, dijo el especialista.