El proyecto Huey Mecatl abrirá la novena versión de Radar, en el fmx Festival de México
Jerónimo García Naranjo y José Isabel Cruz son los artífices de esa propuesta
Se trata de un Stonehenge
, donde se podrá circular con libertad y ser envuelto por el sonido
Martes 23 de febrero de 2010, p. 7
Colocar al auditorio dentro de un enorme instrumento musical es el principio del que parte el proyecto Huey Mecatl, con el cual será inaugurada el próximo 12 de marzo la novena versión de Radar: espacio de exploración sonora, cuyo programa forma parte de fmx Festival de México.
El instrumento en cuestión se trata de una gigantesca arpa, cuya construcción requiere más de 180 metros cuadrados de espacio libre y material poco común dentro de la laudería convencional, como son 10 contenedores de barco, además de 120 metros cúbicos de madera.
A ello hay que sumar el numeroso equipo humano que interviene. En principio, para la producción, más de una veintena de personas, mientras que hacerlo sonar necesita de 10 intérpretes y, en esta ocasión, tres compositores.
Presentación en Chile, en 2008
La concepción y desarrollo de este proyecto –cuyo nombre en náhuatl, Huey Mecatl, significa en español gran cuerda– se debe a los artistas mexicanos Jerónimo García Naranjo y José Isabel Cruz, quienes a finales de 2008 lo presentaron ya en Chile, en el Festival de Valparaíso.
Los fundamentos de construcción de esta arpa colosal son los mismos de los de una sala de concierto, en la cual se requiere de una arquitectura que aproveche cada mínimo recurso para depurar al máximo la experiencia del sonido.
Así, los creadores de este instrumento utilizan su espacio de presentación como una caja de resonancia monumental, permitiendo que el espectador se encuentre en medio de las fuentes de sonido, justo en el sitio en el que éste ocurre
, según se describe en el programa de Radar.
El arpa gigante se estructura a partir de colocar en formación pentagonal los 10 contenedores, distribuyéndolos sobre dos pisos.
Los contenedores funcionan como una caja de resonancia enorme para un conjunto de cuerdas de piano de más de 20 metros, sujetadas de puentes de madera que difunden el sonido por las paredes del contenedor, que son tocadas por un batallón de artistas en trajes naranjas con arcos de más de un metro de longitud, mediante frotación, percusión y pulsación
, se agrega en dicho documento.
En medio de todo este espacio, una especie de Stonehenge sonoro, el público puede circular libremente y es envuelto por el sonido.
Jerónimo García lo explica mejor: la idea es que el público sea libre en el espacio, pueda desplazarse y tenga la oportunidad de estar dentro de un instrumento, quedando envuelto en la sonoridad, que es muy rica
.
Antes de la presentación, se analiza la sonoridad de los contenedores para saber en qué nota se van a afinar las cuerdas, con llaves enormes empotradas sobre la lámina de esas enormes cajas de metal.
Existe todo un sistema de notación (que por la longitud de las cuerdas se basa en marcar segmentos con colores) y partituras, además de dedicar largas horas a los ensayos.
Búsqueda de armónicos naturales
A decir de Jerónimo García Naranjo y José Isabel Cruz, este montaje corresponde a una idea que teníamos desde hace mucho, que consiste en encontrar dentro de una cuerda muy larga los armónicos naturales. Es como ver microscópicamente una cuerda y ampliarla
.
Además de inaugurar el programa de Radar: espacio de exploración sonora, el proyecto Huey Mecatl volverá a ser presentado el 21 de marzo en ese mismo programa. Las sedes de ambas funciones aún están por definirse.