Veinticinco años despúes de que se cambiaron las placas de identificación de las calles del perímetro A del Centro Histórico, se contará con una nueva nomenclatura, señalizaciones y emplacamiento de 200 edificios históricos durante el primer semestre del año, como parte de las acciones de rescate impulsadas en esta zona desde hace 10 años, anunció Ricardo Bautista, director de promoción y difusión del Fideicomiso Centro Histórico.

La ciudad de México ganó a otras nueve zonas de monumentos consideradas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y obtuvo cinco millones de pesos para realizar este programa, los cuales recibirá de la Secretaría de Turismo federal, para empezar los trabajos, que incluyen el retiro de casetas telefónicas y postes de las esquinas y la sustitución de los puestos de periódicos.

Se busca, dijo Bautista, que el Centro Histórico junto con la Alameda Central y las calles que rodean a la Iglesia de San Hipólito tengan nueva imagen y la gente sepa por dónde camina, qué servicios se encuentran a su paso y evite dificultades para desplazarse del Eje Central a Circunvalación o del Eje 1 Norte a Izazaga, pues hoy, desgraciadamente, es un desmadre.

Para ello, se colocarán 2 mil nuevas placas con nomenclatura de principios del siglo pasado, de fondo azul con nombres de las calles en color blanco y tipografía de mayúsculas y minúsculas, en lugar de las negras, blancas con rojo o de talavera existentes, que serán retiradas con el avance de los trabajos.

“Durante el siglo XIX la ciudad de México era el Centro Histórico, por lo que las autoridades en turno decidieron que cada calle llevara el nombre de las naciones que reconocían la Independencia de la República; sin embargo eran tantos los países y tan pequeña la ciudad, que cada calle lleva un nombre distinto principalmente en la zona nororiente, lo cual confunde a la gente, lo que buscamos erradicar, explicó el funcionario.

Así que, paralelamente a dicho proyecto, que no se realizaba desde hace un cuarto de siglo cuando estaba el comercio ambulante, se impulsará un programa de señalética, que permitirá a los dos millones de usuarios de la zona ubicar sanitarios, bancos, puntos de Internet, centros comerciales, restaurantes, fondas, comida tradicional, rutas de acceso y salida, y sitios de interés turístico como son museos, librerías, bibliotecas.

Se prevé también el emplacamiento de 200 edificios históricos, una quinta parte de los existentes, donde con un texto sencillo se conocerá su referencia básica, de qué tipo de arquitectura se trata, año de construcción y algunos elementos históricos, por lo que se analiza conjuntamente con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y el Instituto Nacional de Antropología e Historia el modelo a aplicarse, que será para todo el proyecto, y concluirá este primer semestre del año.