La Paz, 12 de febrero. El presidente boliviano Evo Morales enfrenta la primera disidencia dentro de las filas de su partido Movimiento al Socialismo (MAS), luego que el ex ministro de Educación Félix Patzi se lanzó como candidato por la gubernatura del departamento de La Paz, a pesar de que el mandatario lo vetó y acusó de corrupción la llamada descolonización.

Patzi, sociólogo aymara y docente de la universidad pública de La Paz que acompañó a Morales en su primer gabinete en 2006, anunció además la formación de un nuevo partido que pretende nutrir sus filas con el respaldo de organizaciones sociales y ex militantes del MAS que proponen implementar sistemas comunitarios en las zonas agrícolas y repoblar con indígenas tierras ocupadas por hacendados de origen europeo.

Patzi se involucró en problemas legales de tránsito la semana pasada, cuando fue sorprendido por policías conduciendo en estado de ebriedad.

Al conocerse la versión, Morales pidió la renuncia a la candidatura al ex ministro, quien primero dijo que acataría la petición, pero después buscó protección de la influyente Federación Departamental de Campesinos Tupac Katari de La Paz, a cambio cumplir un castigo consistente en construir, con sus propias manos, mil ladrillos de adobe, lo cual terminó de cumplir el pasado jueves.

Al argumento inicial para que el MAS le retirara su apoyo a la gubernatura paceña en las elecciones provinciales y municipales programadas para 4 de abril próximo, se sumó el pasado jueves la denuncia del mandatario de que Patzi recibió dinero de sus subordinados en el gobierno regional de La Paz, para apoyar anticipadamente su campaña proselitista.

Vamos a indagar sobre su trabajo en la prefectura. Tengo denuncias no probadas de que utilizaron plata para usar a dirigentes, dijo el presidente. Seguramente como secretario general de la prefectura ha puesto a algunos funcionarios para que aporten; esto huele a cuoteo anticipadamente.

Patzi anunció el jueves que mantendría su candidatura y acusó al círculo de personas cercanas a Morales de haber generado este cisma. Además, tachó de racistas a los asesores presidenciales no indígenas, el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de Gobierno Sacha Llorenti.

No permitamos que los blancos nos humillen, no permitamos que Álvaro me humille, no permitamos que Sacha me humille, dijo Patzi en el poblado de Patacamaya, cercano a La Paz, desde donde impulsa su candidatura.

Por lo que han hecho pagarán, pagarán, y lo digo con esa palabra, pagarán, pagarán... y se acordarán porque será pronto; creo que llegó la hora verdadera, esa hora verdadera se llama descolonizar Bolivia, agregó.

El reto para el oficialismo de cara a las elecciones regionales de abril es conquistar las gobernaciones opositoras, como Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija, aunque el problema surgió en La Paz, el principal bastión de Evo Morales, donde el mandatario tiene más de 80 por ciento de aceptación.

Patzi es apoyado por campesinos de las comunidades de La Paz que amenazaron a comienzo de esta semana con bloquear caminos si Morales lo sacaba de la carrera por el gobierno departamental, amenaza que no se ha cumplido.