n diversos medios se ha comentado la carta que a principios de este mes envió la revista de teatro Paso de gato al presidente Felipe Calderón, en la que se cuestiona la decisión gubernamental de retirar las pautas publicitarias, en este caso, a las publicaciones culturales mexicanas, advirtiendo que este proyecto de producción, edición y difusión de la cultura se encuentra en riesgo de desaparecer a consecuencia de la mencionada medida.

En esta misiva, que al parecer el mandatario no ha leído (pues esa desproporcionada y grosera medida aún sigue vigente), se apunta que “esta decisión no sólo afecta a nosotros, sino a diversas publicaciones culturales (de acuerdo con los calculos de Paso de gato, son más de 200 revistas las perjudicadas), que son necesarias para generar conocimiento, análisis y crítica, así como para difundir y promover la cultura en nuestro país”. Posteriormente la revista, que dirige el dramaturgo y periodista Jaime Chabaud, publica una carta de apoyo firmada por dramaturgos, actores, investigadores y en general prestigiados maestros del gremio teatral, entre ellos el premio Nobel Darío Fo, quienes signan lo siguiente: Sería no sólo una pena sino vergüenza y deshonor que un país con la riqueza cultural de México deje morir un proyecto que, por no ser parte de la estructura de gobierno, no se siente como propio y digno representante de su país. Como suele ocurrir, estos pronunciamientos no han tenido efecto y hasta el momento no se ha rectificado esta equivocada postura que, particularmente en lo que respecta a las revistas culturales, es una forma evidente de forzar su desaparición, si se considera que ninguna de estas publicaciones es negocio rentable y que la mayoría de los posibles anunciantes de iniciativa privada no tienen el menor interés de presentar sus productos en este tipo de publicaciones.

En el caso específico de la revista Generación (con 21 años de necia persistencia, hasta Felipe Calderón publicó con nosotros cuando era de las juventudes panistas, como una muestra de pluralidad contracultural), el panorama es más angustiante, pues la publicidad del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes cubre el 50 por ciento de los gastos de producción de la misma, pero en cambio para la institución que preside Consuelo Sáizar esta erogación no significa, por ejemplo, ni la tercera parte del sueldo de altos funcionarios u otros gastos no prioritarios, la lista es larga. Sabemos que un importante sector de la comunidad cultural no sólo nacional sino del extranjero, así como indignadas tribus urbanas y demás hordas contraculturosas, se sumarían a una protesta pública de no existir una respuesta sensible y justa ante el panorama aquí mencionado.

Ya circula el Directorio de pulquerías en el DF

Pero no todo son malas noticias, pues la promotora cultural Verónica Núñez ([email protected]) nos ha hecho llegar una muy valiosa información. Se trata de un Directorio de pulquerías, cuyo objetivo se resume así: Tenemos el poder, la voluntad y sobre todo el estómago para rescatar al pulque de su desaparición, bajo la consigna de: En pro de la bebida de los dioses, orgullo nacional: no a la desaparición de las pulquerías. La lista de bebederos del chamaquero es muy útil, pues los ubica por zonas: centro, centro-oriente, poniente, norte, etc., el nombre y la dirección, así como las estaciones del Metro cercanas y otras referencias para llegar a ellas. Algunas son muy conocidas y otras parecen sacadas de una fantasía etílica.

Los nombres de algunas de ellas son de antología: Los hombres sin miedo (Calzada de la Viga, cerca del Metro Santa Anita), La mansión de los chupamirtos (Av. Tláhuac y Periférico oriente), El mexicano picarón (Oriente 106 y Sur 131, colonia Gabriel Ramos Millán), El néctar nacional (Calzada Ticomán 165, esquina Escuadrón 201), La reforma de la carambola (Calle Yerbabuena, colonia Victoria de las Democracias y El cañón ¡No más! (Lago Atitlán 91, casi esquina Legaria). Por cierto, se les fue una de las más entrañables: La hija de los apaches. Esto es cultura.

La comunidad soñada

A propósito, el antropologo español Martín Gómez-Ullate, profesor invitado de la Universidad Autónoma de Hidalgo, está haciendo una investigación sobre el pulque. Martín es un académico iconoclasta que a finales del año pasado publicó en la ciudad de Madrid, España, el libro La comunidad soñada (Antropología de la contracultura), curiosamente bajo el sello de la editorial mexicana (seguramente por medio de una filial española) Plaza y Valdés.Este libro se podría sintetizar en la apuesta hacia una antropología social del Desencanto y constituye uno de los cada vez más constantes intentos, desde la rigurosa academia, de releer lo contracultural sin prejuicios y como un reto de la inteligencia. Así resume Ullate las conclusiones de su libro: ... la comunidad soñada constituye la apuesta de los principios y los desiderata de los contras, de sus tensiones y contradicciones, y del efecto que provocan en el contexto social donde se celebran. Son momentos puntuales en los que la cultura ideal y la cultura de lo real parecen darse la mano, tiempo onírico, efímero, que como el del carnaval o el de la fiesta tiene los días contados para dejar lugar a lo de siempre, a lo real.

Solidaridad con Rosina Conde

Numerosas muestras de cariño y solidaridad se han difundido para apoyar a la talentosa escritora Rosina Conde, quien se encuentra delicada de salud. Por ello, este 10 de febrero, a las 21 horas, en el teatro bar El Vicio (Madrid 13, Coyoacán) habrá una actuación especial de Astrid Hadad y sus tarzanes.

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