Exigen más cloro, jergas y escobas, pues aún hay demasiado lodo y el olor es muy penetrante
Demandan mayor control, porque hay gente que ha venido hasta cuatro veces por colchonetas
Martes 9 de febrero de 2010, p. 32
Al mismo tiempo que se desaloja el agua fétida, en las 16 manzanas de la colonia El Arenal que sufrieron la inundación arreciaron las quejas de sus habitantes ante la falta de cloro, escobas y demás aditamentos para hacer la limpieza de sus casas, así como de colchonetas y cobijas para dormir.
Lo anterior generó gran movimiento y largas filas de los afectados que se volcaron en los módulos instalados por el gobierno capitalino en busca de ayuda.
En medio de la desgracia por haber perdido prácticamente todo su patrimonio, Maclovia Roldán Zárate, de 70 años, habitante de la calle de Xaltocan, dice que lo que más se necesita son colchonetas y cloro
.
Con los ojos enrojecidos por la conjuntivitis, que ya afecta a varios vecinos, Marina Pérez, de la calle de Xuchitepec, manzana B12 lote 9, advierte que las autoridades deben acudir a las casas, porque hay gente que viene hasta tres o cuatro veces por colchonetas
. Incluso, habitantes de colonias que no resultaron afectadas, como Pantitlán y Caracol, entre otras del estado de Mëxico.
Mientras, Esperanza Zamudio realiza la limpieza de su casa en compañía de su familia y pide de los reporteros que entren a ver cómo quedó todo. No están dando las cosas parejas, no nos dieron jergas ni escobas, nos faltan colchonetas; urge que nos numeren para que no se repitan los apoyos.
Hay mucho lodo y demasiada tierra, y el olor es muy penetrante; hace falta mucho cloro, jabón y jergas, porque hay demasiada humedad. Está cayendo poca agua
, comentó José Antonio Robles, vecino de la calle de Xochiltlahuaca, cuarta sección de El Arenal.
Mariana Hernández Díaz comentó que es necesario que las autoridades pasen a los domicilios, porque nos están dando muy poquito para la desinfección. Yo vivo en la calle Moctezuma, lote 55, tengo una niña muy enferma de diarrea y no tenemos ropa
.
Por si fuera poco, a las quejas se suman los abusos. En la calle Xochipilli, montones de muebles inservibles, lodo y desperdicios de todo tipo se acumulan frente a las casas que ya fueron limpiadas, porque los choferes de los camiones de basura se niegan a trabajar si no hay coperacha
. No se quieren llevar nada y de dónde agarramos dinero
, apuntó otra vecina.
Del recuento de los daños en los comercios ni siquiera se habla, comentaron dependientes de una marisquería en la calle Coxcox.
En contraste, tras la zozobra que vivieron durante el fin de semana, los habitantes de la unidad habitacional Ex Lienzo Charro, en Iztapalapa, retornaron a sus actividades normales.