Deportes
Ver día anteriorLunes 8 de febrero de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El silbante Alfredo Peñaloza no marcó un penal de los Rayados y luego les regaló otro

Toluca sigue sin ganar; empató ante Monterrey en partido con pésimo arbitraje

Abuchean a los Diablos Rojos; este equipo sigue siendo el de la década, sólo falta ganar: Chepo

Foto
Con la colaboración de su defensa, el rayado Jonathan Orozco conjura el peligro escarlata sobre su porteríaFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de febrero de 2010, p. 5

Toluca, Méx, 7 de febrero. El Diablo es una triste caricatura de aquel temible equipo que acaparaba victorias y títulos. En este torneo Bicentenario sigue sin ganar y se tuvo que conformar con el empate a un gol ante Monterrey, en partido de regular nivel y con un mal arbitraje de Alfredo Peñaloza, quien perjudicó a ambos equipos.

El abucheo para los dirigidos por José Manuel de la Torre estalló con estruendo tras el pitazo final, mientras las barras locales arengaron durante los últimos minutos con exigencia: “pongan güevos, los Diablos pongan...”, pero no hubo reacción.

También canalizaron su frustración hacia el errático Peñaloza, quien tuvo que soportar insultos, mentadas y, sobre todo, el grito de ratero-ratero.

Los Rayados pasaron de víctima a beneficiado con un par de errores del silbante, que primero no les marcó un claro penal y luego les regaló otro. Sinha puso adelante al Toluca al cobrar la pena máxima producto de una falla del nazareno, quien primero no se atrevió a señalar un jalón de Alfredo Talavera sobre Aldo de Nigris, e instantes después marcó en el área contraria una mano.

Por Monterrey, Luis Pérez empató también con anotación desde los 11 pasos, en una falta inexistente. El mediocampista falló en un primer intento, pero el juez de línea decidió que se repitiera la acción por supuesto movimiento del portero Alfredo Talavera. Sin embargo, validó el segundo intento, a pesar de que de nueva cuenta el guardameta se adelantó.

El inicio del partido fue cerrado y poco a poco Toluca reaccionó. Se fue al frente en el marcador al minuto 26, cuando Neri Cardozo cobró un tiro de esquina en favor de los Rayados.

Talavera salió a despejar de puños sin conseguirlo y jaló a Aldo de Nigris para evitar que rematara, pero Peñaloza no se atrevió a sancionar con la pena máxima y enseguida surgió el contragolpe choricero.

Sinha desbordó por la banda derecha y sacó un centro que fue cortado con la mano por Héctor Morales; era suficiente para que el árbitro decretara penal, el cual fue convertido por el mismo Antonio Naelson con un cobro potente a la derecha de Jonathan Orozco, quien se lanzó al lado contrario.

Peñaloza marcó pena máxima al minuto 64, ahora en favor de Monterrey, en una jugada protagonizada por el escarlata Osvaldo González, quien fue jaloneado por el atacante Abraham Carreño, pero el silbante la vio al revés.

En el cobro, Luis Pérez envió fuera su remate, pero el árbitro decidió repetir el tiro debido a que Talavera se adelantó un paso. En la segunda oportunidad Lucho cambió de lado su disparo y anidó el esférico en las redes, con un tiro potente y raso que el arquero estuvo a punto de tapar.

Antes del inicio del partido, el chileno Héctor Mancilla recibió el Botín de Oro de América, que otorga la revista española Don Balón como mejor goleador del continente durante 2009, pero no pudo participar en el encuentro debido a una lesión en la pantorrilla derecha.

El técnico José Manuel de la Torre manifestó: Fue un partido complicado, con pocas acciones de anotación, ríspido, pero el grupo está tratando de levantar, de hacer un mejor futbol y acompañarlo con un buen resultado. Si no te esfuerzas y no sacas el carácter no lograrás nada; este equipo sigue siendo el de la década, los números lo dicen, sólo falta ganar, meter goles.

Se dijo tranquilo con el empate, pero no ocultó su molestia con el arbitraje, y sobre la gente que a gritos pide su salida, minimizó: son tres, cuatro.

En cambio, el defensa Édgar Dueñas se quejó de los abucheos: Estamos acostumbrados, sabemos cómo es la afición y no nos queda más que seguir entregándonos... cuando le vuelva a ir bien al equipo se calmará el estadio.