El libro Muerte en la rúa Augusta, Premio Xavier Villaurrutia 2009, de Tedi López Mills, confirma la absoluta rareza de la autora y plena madurez de su estado de crítica, así como su inquietud frente a la poesía mexicana, sostuvo durante la presentación de la obra el poeta y crítico literario, Hernán Bravo Varela.

El miércoles pasado se presentó en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, en la ciudad de México, el libro de López Mills, editado por Almadía, que por su humor corrosivo, riqueza imaginativa y profundidad metafórica fue galardonado con el Villaurrutia.

Tedi López Mills en Muerte en la rúa Augusta hace una hibridación de la poesía con la narrativa, y cuenta una historia lineal a manera de novela, pero con estrofas de poemas, que se dieron de manera natural con la intención de cautivar al lector poco acostumbrado a ese género.

La poesía siempre se queja de su ausencia, es una constante decir que no hay poesía y que ha desaparecido, pero esto es parte del género, proclamar su ausencia, y mi obra no es para diferenciarme de los demás autores, es simplemente lo que escribí, dijo Tedi López al finalizar la presentación de libro.

Asimismo explicó que su camino hacia la poesía ha sido borroso, porque estudió filosofía: la filosofía y la poesía tienen una batalla silenciosa desde hace tiempo; de la filosofía pasé a la poesía para ver cuál de las dos tenía razón, y creo que ninguna; esta situación es muy interesante.

Bravo Varela definió el volumen como poema que investiga el imperio de la voz poética, que se sirve de la narración, de un monólogo interior y del diálogo dramático para descubrir al autor intelectual de una voz.

La autora en la Casa del Poeta Ramón López VelardeFoto Jesús Villaseca

A manera de un diario, Tedi López Mills escribió la vida de un hombre que murió por la rúa de Augusta, la calle principal de Lisboa, en Portugal, sin saber nada de esta persona. Se trata de una narración poética de las tristezas y alegrías que guiaron la vida ficticia del anciano, de nombre Gordon, en el libro.

Varela destacó que en el libro, López Mills da vida al señor Gordon, que pierde la razón y en tres cuadernos anota una caída libre hacia sí mismo. La pérdida de su trabajo y la violación de su propia mujer, Donna, hasta las charlas profundas y aterradoras que sostiene con Anónimo, nombre que da a la voz de su locura.

Es un poema extenso, de largo aliento, con una anécdota visible y una trama aparentemente policiaca, pero que en realidad trata de descubrir el aliento de la voz, explicó Varela.

El texto de López Mills fue contrastado por Varela con las obras de Francisco Hinojosa, Jorge Volpi y David Toscana, y llegó a la conclusión de que la obra galardonada no se puede definir, pues se mantiene aislada de cualquier tipo de límite. A su vez, el poeta Luis Felipe Fabre explicó que Muerte en la rúa Augusta es un poema narrativo; pero la narración funciona como escenario para que el decir lírico tenga lugar, porque en realidas se trata de un poema de voces desquiciadas para desdoblarse en otras, como si las personas fueran las coartadas de sus voces. Más que un poema narrativo es uno dramático, con los enloquecidos diálogos de Gordon y Anónimo.

Para finalizar la velada, López Mills dio lectura a ocho capítulos del volumen, en el que ahonda en la máquina de la conciencia para exhibir sin recato dónde reside ese fino hilo que nos mantiene atados al mundo.