Buenos Aires, 2 de febrero. El ex presidente argentino Néstor Kirchner admitió este martes que compró casi 2 millones de dólares en 2008, en plena crisis financiera, durante el gobierno de su esposa, su sucesora en el Ejecutivo, Cristina Fernández, en lo que la oposición consideró que hubo uso de información privilegiada, por lo que amenazó con llevarlo a juicio.

El dinero sirvió para comprar un hotel en la villa turística sureña de El Calafate, cerca de imponentes glaciares, pero Néstor Kirchner se defendió al señalar que la operación no infringió las leyes.

Para formalizar el pago de dicha adquisición (el hotel) compré dólares estadunidenses con fechas 9, 15 y 23 de octubre hasta completar un millón 999 mil 999.80 de dólares, dentro del tope permitido (de 2 millones) para personas físicas en forma mensual, detalló el ex presidente en un correo electrónico enviado a una estación de radio.

La oposición criticó al ex mandatario por presunto uso de información privilegiada, poco antes de declararse la crisis financiera internacional, y amenazó con iniciarle una causa judicial.

Kirchner –ahora diputado– sostuvo que no existió obviamente posibilidad de beneficio cambiario toda vez que el pago realizado fue en la misma moneda por la cual se efectuaron dichas adquisiciones de divisas.

Según la ley argentina, el monto máximo para adquirir dólares es de 2 millones, pero la oposición cuestiona a Kirchner por falta de ética y por haber usado presuntamente información privilegiada para concretar la operación poco antes de que estallara la crisis financiera internacional.

La información publicada por la prensa se conoció días después de que el renunciante presidente del Banco Central, Martín Redrado, amenazó con difundir una lista con amigos del poder que compraron dólares, en medio de una fuerte pelea con el gobierno y que generó una crisis institucional.

Ricardo Gil Lavedra, abogado y diputado del opositor radicalismo, recordó que en 2008 Kirchner ya no era presidente (2003-2007), pero sí lo era su esposa, y las ganancias obtenidas por esas compras son bienes gananciales (del matrimonio), por lo que se puede inferir que la propia presidenta es la beneficiaria de este negocio.

Cristina Fernández, en imagen de archivo, es acusada por opositores de haberse beneficiado de una compra de dólares realizada por su esposo Néstor Kirchner poco antes de estallar la crisis internacionalFoto Reuters

Juan Carlos Morán, diputado de la socialcristiana Coalición Cívica, había dicho que su bloque iniciará una causa contra Kirchner al considerar que infringió la ética pública al comprar 2 millones de dólares siendo esposo de la presidenta y teniendo información reservada.

Kirchner, diputado desde diciembre de 2009 tras ser electo en junio pasado, no tenía un cargo público en el momento de la operación, en octubre de 2008.

La ley de ética pública establece en su artículo 2 el deber de los funcionarios públicos de abstenerse de utilizar información adquirida en el ejercicio de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados.

El artículo 268 del Código Penal reprime a los funcionarios públicos que, con fines de lucro, utilicen para sí o para un tercero información reservada que hayan conocido en razón de su cargo, detalló Manuel Garrido, director del Programa de Transparencia del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento.

Según Garrido, además debería establecerse cuáles fueron los fondos con los que se realizó la compra de dólares, dado que estas operaciones sucedieron dentro del periodo de dos años desde que el adquiriente dejó la presidencia, lapso contemplado por la ley penal argentina para el delito de enriquecimiento ilícito.

En diciembre pasado, un juez federal exculpó a los Kirchner de una acusación por presunto enriquecimiento ilícito, tras una denuncia con base en la declaración jurada que detalla un aumento de su patrimonio de 158 por ciento en 2008.