El Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ha actuado de forma arbitraria, ilegal y unilateral en el caso de la alteración y mutilación de la obra El paso de Bering, del museógrafo y artista plástico Iker Larrauri, reproducida en el libro de historia de sexto de primaria distribuido en todo el país, al negarse a citar al titular de la dependencia, Alonso Lujambio Irazábal, y pretender responsabilizar de la violación de los derechos de autor a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg).

Guillermo Pous Fernández, abogado del creador, destacó que fue la misma SEP la que reconoció en una carta fechada el 27 de agosto de 2009, suscrita por María Edith Bernáldez Reyes, titular de la Dirección General de Materiales Educativos (DGME), que hubo un uso erróneo de la obra, misma que fue fusionada con otra ilustración, creando una composición poco afortunada.

Luego de que La Jornada dio a conocer en agosto pasado que la obra de Larrauri fue reproducida con graves alteraciones, pues se invirtió la imagen, se modificó el paisaje y se sobrepuso la obra de otro pintor, además de que se omitió el crédito del autor, nos encontramos con la sorpresa de que el Indautor, responsable de la defensa de los derechos de autor en el país, se negó a citar a Lujambio, así como a Bernáldez Reyes, titular de Materiales Educativos, pues consideró que al ser la Conaliteg responsable de la edición, impresión y distribución de libros, tenía la facultad para responder.

Destacó que en la primera junta de avenencia entre las partes, realizada el pasado 26 de enero, se estableció claramente que la Conaliteg no tiene facultad alguna sobre el contenido, pues sólo se limita a imprimir y distribuir el material que le envía la SEP, y será hasta el próximo 16 de febrero, en una segunda junta, cuando se cite a la unidad de asuntos jurídicos de la dependencia y a María Edith Bernáldez Reyes.

Negativa del Indautor

Cabe destacar que en el oficio 0830/09, emitido por la DGME en marzo de 2009, dirigido al titular de la comisión, Miguel Agustín Limón y suscrito por Bernáldez Reyes, cuya copia tiene este diario, se envían las especificaciones del título, formato, interiores, forros y acabados, así como del archivo en formato pdf del contenido del libro con la instrucción para su impresión.

Pous Fernández enfatizó que es inaceptable que el Indautor se niegue a citar a cualquiera de las partes, se tenga o no razón, para esclarecer un caso, pero que además lo haga erróneamente, sin conocimiento de causa, pues pareciera que hay un interés en no querer hacer ruido en el asunto, cuando es la propia SEP la que está incurriendo en violación a los derechos de autor.

Aseguró que de no responder conforme marca la ley y no resarcir el daño sentaría un grave precedente, pues quienes violen los derechos de autor podrán decir, si lo hace la Secretaría de Educación Pública y no pasa nada, puedo hacerlo yo. Eso le podría quitar el sueño a cualquier autor titular de derechos.

Corrección, el año próximo

Por lo que respecta a la corrección de los errores en el libro de historia de sexto de primaria, Bernáldez Reyes destaca en su misiva dirigida al autor –cuya copia tiene La Jornada– que la DGME solicita y gestiona la autorización correspondiente de las imágenes que incluirá en los libros de texto, como es el caso del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que tiene los derechos de la obra artística en cuestión.

Sin embargo, aclara que como parte del proceso de mejora continua de los materiales educativos, la “corrección pertinente a Historia: sexto grado, Primaria, se realizará y quedará plasmada en los libros que se distribuirán para el ciclo escolar 2010-211”.