El América, sin el paraguayo Salvador Cabañas –quien se recupera en un hospital–, dominó a Indios de Ciudad Juárez, pero sólo pudo vencerlo 1-0, con anotación de Enrique Esqueda.

América llegó a seis unidades, en la segunda posición del grupo dos, mientras la Tribu cumplió 20 juegos sin poder ganar y se quedó en el sexto sitio del grupo uno, con un punto, en la incierta zona del descenso.

Partido especial por los mensajes que la afición llevó al coloso de Santa Úrsula: una manta de unos 30 metros cuadrados con la caricatura del futbolista y el mensaje Porque eres monumental, lo mismo que otra con franjas roja, blanca y azul (los colores de la bandera de Paraguay), con la leyenda: “Chava, los milagros existen”, de las porras familiares, y el más lleno de color, un collage gigante con fotos, playeras, cartulinas fluorescentes, mensajes, todos de aliento, al igual que el video transmitido en las pantallas de las cabeceras del coso, con los mejores goles del sudamericano.

En la manta de los de casa se leía: “Chava, te vas a salvar”, además del mensaje que leyó Pável Pardo antes del inicio del encuentro. Con fondo negro, la de los visitantes era: “Chava, Indios y Chihuahua estamos contigo”.

Como reconocimiento simbólico, el cuadro de casa inició con 10 jugadores; luego de que el silbante Miguel Ángel Flores dio comienzo a las acciones, el balón fue enviado a saque de banda y Enrique Esqueda ingresó para completar el conjunto azulcrema.

Al minuto 10, América tuvo en Daniel Montenegro su primera aproximación de peligro, cuando apareció por el centro, se abrió un espacio y con algunos problemas disparó cruzado, pero el esférico abandonó la cancha.

Ante un cupo aproximado de 60 por ciento en el estadio Azteca, donde fue repartido un folleto sobre Cabañas, los anfitriones lucieron una playera retro de los años 70 y pusieron en la cancha más calidad de juego que los fronterizos, quienes exhibieron un repertorio de pases equivocados y balonazos para alejar los problemas, aunque se llevaron un susto por un gol anulado al minuto 22 por fuera de lugar de Montenegro.

Los ayer Canarios armaban llegadas, pero los Indios resultaban incómodos, estorbaban, hacían su juego como podían, y al minuto 29, en un contragolpe, Emil Martínez llegó a toda velocidad y disparó, pero Guillermo Ochoa rechazó y de allí los anfitriones regresaron con pases hasta la portería de Christian Martínez, quien apagó lo que amenazaba con convertirse en un incendio.

En otra combinación de Rosinei Adolfo con Esqueda y la participación de Beausejour, que levantó a los aficionados de sus asientos, El Paleta tocó con la cabeza, alcanzó a desviar el portero Martínez, aunque el silbante ya había marcado una falta.

Por fin llegó el gol. Pardo cedió en corto a Rolfi Montenegro, éste sirvió a Esqueda, quien estaba bien ubicado dentro del área, controló el esférico y anotó cuando se cumplía el minuto 40, para dar cierta tranquilidad al equipo antes de irse al descanso.

La segunda mitad empezó calientita, cuando Héctor Giménez hizo algunos quiebres frente al área del América, el balón quedó en los pies de Edwin Santibáñez, quien limpió la zona, disparó a media altura y de nuevo Ochoa voló para acabar con la emoción.

Con la entrada del africano Alain Nkong, Indios corrigió sus avances y tuvo un par de llegadas con cierto peligro, pero Ochoa una y otra vez se estiró para mantener a salvo su portería, como al minuto 59, cuando Giménez recibió con incomodidad, disparó de vistosa media vuelta y, aunque parecía superado, el portero caminó hacia atrás, saltó y evitó la anotación. Minutos antes, Beausejour había soltado un obús cruzado que dejó helado a Martínez, aunque sin nada que lamentar.

Pese a que América buscaba recuperar el dominio que tuvo en el primer tiempo, ya no podía contener las llegadas de los visitantes, que se hacían presentes con mayor frecuencia, pero no tuvieron puntería.

Ante los medios, Jesús Ramírez aceptó que no fue el mejor partido que han tenido, pero señaló que debe valorarse el triunfo, sobre todo porque a los muchachos se les acumuló todo, el deseo y el compromiso con Cabañas, cuya camiseta fue colocada en la banca con la idea de que todos supiéramos que estaba con nosotros.

Agregó que obviamente se modificó la forma de juego, no sólo por la ausencia del 10, sino también del Kevin Rojas, “porque el equipo está muy habituado a los movimientos de Chava y era necesario buscar que siguiera funcionando”.

José Treviño, estratega de los fronterizos, comentó que aunque en esta ocasión tuvieron varias llegadas, no las concretaron, pero el equipo atacó con certeza.