Al conmemorar 29 años del asesinato del profesor y luchador social Misael Núñez Acosta, obreros, colonos y profesores, afirmaron que sus ideales de democracia sindical y justicia social están más vigentes que nunca, pues no sólo enfrentan un cacicazgo magisterial cada vez más asfixiante y corrupto; también una creciente explotación laboral que nos está llevando al límite.

Baleado por la espalda el 30 de enero de 1981 cuando salía de una reunión con padres de familia, tras su homicidio se inició una larga lucha primero por esclarecer el crimen y hoy porque se castigue a los autores materiales e intelectuales, como Carlos Jonguitud, entonces dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y presidente de Vanguardia Revolucionaria, y Elba Esther Gordillo Morales, actual líder del gremio, dijeron.

Pablo López y Celestino Granja, de la Coalición de Colonias de Tulpetlac, cuya fundación impulsó Núñez Acosta, denunciaron que la impunidad ha protegido a quienes ordenaron su muerte. No hemos visto en la cárcel a Gordillo Morales ni a sus cómplices del SNTE, pero sabemos quiénes decidieron que Misael debía morir y ejecutaron el crimen.

Hoy más que nunca, insistieron, reivindicamos la lucha de Núnez Acosta por el derecho a tener una vida digna, sin temor a caciques o terratenientes que se sentían dueños de la vida. Reconocieron que no ha sido fácil seguir adelante en un entorno social cada vez más difícil, con mayor desempleo, bajos salarios y peores condiciones laborales.

Jesús Martín del Campo, fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), expresó: Ante un gobierno neoliberal que ataca los principios básicos de una educación pública, laica y gratuita, es urgente retomar las banderas que defendió Misael y recuperar la unidad en la lucha y la organización, expresó.

José González Figueroa, del magisterio democrático del Valle de México y líder de la CNTE, afirmó que ante el caos social y político que enfrenta el país, la memoria de Núñez Acosta, debe ser compromiso activo por reorganizar la lucha magisterial, obrera y social bajo un mismo cauce.