El trío neoyorquino tocó el miércoles en el Palacio de los Deportes
La actuación fue parte de su gira mundial para presentar It’s Blitz!
Viernes 29 de enero de 2010, p. a10
Los variados caminos musicales y escénicos de los Yeah Yeah Yeahs desembocaron en el punto neurálgico de Date with the Night, último tema que interpretó la banda en el concierto realizado el miércoles pasado en el Palacio de los Deportes, mismo que coronó una actuación equilibrada y provocó el desenfreno generalizado de los 16 mil 900 asistentes, quienes complacidos asintieron a los Sí, Sí, Sís
a lo largo de sus 17 canciones ejecutadas en 90 minutos curvos, que parecieron compactarse en 30, por la agilidad/movilidad del show.
Antes de que la banda neoyorquina saltara al escenario, las féminas de Le Butcherettes fueron las invitadas para abrir el concierto. Auryn Jolene y Teri Gender Bender se discutieron con ocho canciones, entre las que sobresalieron I’m Queen, Six More, Mr. Tolstoi y Kiss and Kill; a pesar de ser un dúo casi anónimo se ganó los aplausos después de 30 minutos de actuación.
Luego de una breve espera salieron al escenario Karen O, Brian Chase y Nick Zinner y detrás de ellos tres enormes ojos y una espiral en medio, para conectar de inmediato con el público mexicano, que a partir de ahí, con la canción Runaway como tema de inicio, no dejó de gritar, brincar y disfrutar con el sonido garage punk de la banda de Nueva York, que por cierto está postulada al Grammy en la categoría de mejor álbum alternativo.
Múltiples máscaras
Con una túnica blanca bordada en color rosa y una corona rectangular, Karen O simuló ser una especie de Virgen indie, e hizo las delicias cuando emuló el aleteo de un ave; después se trasformó en enmascarada tipo leatherface de Masacre en Texas, pero rosa; también transmutó en chamana posmoderna iridiscente, todas, personalidades con las que se pateó el escenario e interactuó con el público.
Incluso bajó a la primera fila para hacer cantar a los aferrados que tomaron las barras que los separaban del escenario. En ese momento ya habían pasado Phenomena, Heads will Roll –segundo sencillo de su más reciente álbum–, que protagonizó un gran momento de la noche; también desfilaron las canciones Pin, Gold Lion, Skeletons, Hysteric y Soft Shack.
La banda, que estuvo antes en Guadalajara, Jalisco, y en Monterrey, Nuevo León, como parte de su gira mundial para presenta su tercer álbum estudio It’s Blitz!, contagió a los jóvenes de la capital, quienes esperaron por más de una hora de lo programado para que aparecieran en el escenario ante un gran ojo con círculos concéntricos y dos pantallas a los lados del foro.
Cuando el concierto no podía estar mejor llegó Y Control, donde Karen O llevó al público a la estratósfera, al patearse el escenario de punta a punta; además, se pudo comprobar que los temas del tercer disco aún no son tan buenos como los del primero. La vocalista soltó: “Mexico city, los queremos, los amamos”, lógicamente el público se volvió loquito y festejó hasta la saciedad.
Cuando el concierto pareció llegar a su ocaso comenzó Cheated Hearts y Zero, en la cual soltaron nueve enormes globos con forma de ojos para que el público los golpeara a gusto. Uno de éstos se desinfló y prácticamente desapareció. El grupo abandonó el escenario, pero nadie se movió de su asiento en espera del encore.
Entonces, los Yeah Yeah Yeahs regresaron para ofrecer una versión acústica de Maps y de Art Star, tras la cual permanecieron inmóviles en el escenario por más de un minuto, mientras sus fanáticos no dejaban de aplaudir. Finalmente se despidieron con Date with the Night, cuyo colofón fue un “Buenas noches, we love you”.