La directiva de Cruz Azul no ha dado ninguna instrucción específica a sus jugadores tras lo sucedido con Salvador Cabañas, pero no hace falta porque los futbolistas saben bien cómo cuidarse, indicó César Villaluz.

Ahorita la seguridad no está bien, aclaró, antes de explicar que él es consciente que nada es seguro. Por eso hay que tener la mayor precaución posible. Debemos salir con mucho cuidado y tratar de hacer las cosas bien.

El ex campeón mundial juvenil siempre llega y se retira de las prácticas en compañía de otra persona, en general un familiar, y se mudó de su natal colonia Guerrero a las cercanías de La Noria, lo que según trascendió fue por solicitud del club.

Villaluz consideró que la experiencia del balazo en la cabeza al jugador americanista es una situación todavía oscura, pero no genera temor en el sector, aunque por todo lo que ha pasado, nosotros debemos saber lo que está bien y lo que está mal.

Por otra parte, al concluir la práctica de ayer en el estadio Azul hubo buen ánimo entre los cementeros, de cara la jornada tres del torneo Bicentenario.

El rival del sábado será su reciente verdugo, Monterrey, pero La Máquina dice haber superado el mal trago de la final perdida en la temporada anterior e insiste en que no hay rivalidad mayor.

“Será un buen partido, pero no es revancha. Lo sería jugar otra vez en una liguilla; ahorita se trata de un partido importante, de tres puntos, pero hasta ahí.

Llegará el momento en que pueda darse una revancha, pero ahora toca apretar para conseguirla, apuntó Villaluz, quien aprovechó para comentar que Monterrey tiene buenos jugadores pero no se ve al equipo que jugó la final y ha tenido algunas bajas.

De su lado, Javier Orozco admitió que para ellos el juego tendrá un sabor especial, pero buscó enfriar los ánimos. Dijo que ya dieron vuelta a la página y se trata sólo de un partido más.