Los puntos centrales de la reforma política propuesta por Felipe Calderón fueron cuestionados por gobernadores del PRD y el PRI. El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, alertó sobre los riesgos de establecer la relección de legisladores y presidentes municipales, y de la intención de reducir la representación proporcional en el Congreso, ya que, dijo, llevaría a un régimen político más cerrado.

Al participar en el foro sobre la iniciativa presidencial en la materia, Ebrard sostuvo que se trata de un proyecto inconexo, que no parece querer ir mas allá de la elección federal de 2012, ya que dejó fuera la reforma política del Distrito Federal, entidad a la que se ha escatimado la posibilidad de tener el mismo estatus jurídico y soberanía que las demás entidades de la República.

La gobernadora perredista de Zacatecas, Amalia García, lo secundó, mientras que el priísta Jesús Padilla, de Sinaloa, se manifestó en contra de establecer la segunda vuelta en elecciones federales o estatales, ya que, advirtió, puede conducir a un bipartidismo indeseado, estimular la fragmentación política y construir mayorías artificiales y excluyentes.

Los gobernadores panistas de Sonora y Morelos, Guillermo Padrés Elías y Marco Antonio Adame, respectivamente, dedicaron sus intervenciones a defender la reforma de Calderón, particularmente en los temas de relección y reducción en el número de senadores y diputados. Repitieron los argumentos que se han esgrimido desde Los Pinos, en el sentido de que abaratará los costos de la democracia y permitirá la profesionalización de legisladores.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, sin embargo, insistió, en que la iniciativa de reforma política que Calderón hizo llegar al Senado el pasado 15 de diciembre no tiene una visión sistémica, sino diferentes tramos, con argumentos distintos.

En el caso de la relección de legisladores y alcaldes, dijo, los argumentos planteados en favor de la propuesta llevan a preguntarse ¿por qué es válido que ellos sí puedan repetir en el cargo, pero no el Presidente de la República?

¿Por qué si no se desea plantear la relección del titular del Ejecutivo federal, ya que se considera inconveniente, polémica, o indeseable, entonces, se propone para legisladores federales y presidentes municipales?.

Ebrard expuso asimismo que debe preocupar mucho la intención de reducir la representación proporcional política, ya que si lo que se quiere es llegar a un régimen esencialmente bipartidista, es un error plantearlo como un objetivo estratégico.

Igualmente, aumentar el mínimo de votos para que un partido político conserve su registro es limitar la representación para favorecer por esa vía imperativa la formación de mayorías.

Por ningún motivo, recalcó, se debe reducir la representación política ni introducir sistemas que son entre sí muchas veces opuestos o que no está resuelto cómo funcionan juntos.

Al final de su intervención, Ebrard insistió en que la reforma política incluya al Distrito Federal, para que en el año del bicentenario de la Independencia se restituya a los ciudadanos de la capital sus derechos, sin que ello signifique riesgo alguno para los poderes federales asentados en la ciudad.

No sólo la perredista Amalia García se sumó a esa petición, sino también el gobernador priísta de Veracruz, Fidel Herrera, quien hizo notar que en la Carta Magna se prevé ya la Constitución de Anáhuac para completar el largo recorrido de los derechos políticos de la capital de todos los mexicanos.

Herrera Beltrán advirtió asimismo que no se puede reducir la pluralidad con el pretexto de abaratar el costo del poder a niveles marginales, porque ello puede obligar a diversas expresiones políticas a tomar nuevamente la calle o la montaña, porque no encuentran en los canales de las instituciones democráticas el camino para luchar por sus derechos. En la propuesta del Ejecutivo, agregó, hay mucho que aportar y hacer.

El gobernador de Sinaloa se pronunció en contra de las candidaturas independientes, ya que, sostuvo, podrían dar entrada a los poderes fácticos en la imposición de candidatos.

Sin embargo, el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, dijo que encontró un ánimo de aliento para ir adelante con la reforma política de Calderón.