Ante las críticas de académicos, juristas y de la dirigencia nacional del PRI, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, aseguró anoche en el Senado que la propuesta de reforma política del Ejecutivo no busca regresar a un sistema autoritario ni ser irrespetuosa de las esferas de acción de otros poderes, y pidió a los legisladores asumir su responsabilidad.

En contraparte, el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, advirtió: México requiere y quiere un presidente fuerte, con poderes suficientes como para conducir la nave en las peores tormentas, y desea también un Congreso que equilibre al Presidente, que le ponga exigencias y lo frene cuando se desboque.

El priísta advirtió que no se puede calificar de intolerantes a quienes no comparten todos los puntos de la iniciativa del presidente Felipe Calderón, y enumeró partes de la propuesta con las que no coincide, como la segunda vuelta electoral, así como los riesgos de la relección legislativa y de alcaldes.

Adelantó que la reforma política debe contener otros puntos, como la ratificación del gabinete presidencial por el Senado y acompañar el referéndum con la revocación de mandato.

Durante la clausura del foro de debate sobre reforma política, las posturas se confrontaron, sobre todo a partir de que el coordinador del PAN, Gustavo Madero, dijo que los legisladores no deben responder con rechazo y cerrazón, y advirtió que el no pasará es una respuesta propia de nuestro pasado autoritario.

Esa frase la pronunció un día antes, en el mismo foro, la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, y ayer la repitió el coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, quien sostuvo que esa iniciativa está encaminada a crear un bipartidismo de derecha y no pasará.

Monreal Ávila compartió el presídium con Gómez Mont, al que se dirigió como “el representante del gobierno de facto”, y le señaló que la reforma es insuficiente y facciosa.

En nombre de Convergencia, el senador José Luis Lobato indicó que la reforma sólo busca fortalecer un régimen político de élite, fortalecer al Ejecutivo y a una partidocracia de dos.

Al igual que el panista Madero, el coordinador de los senadores del Verde Ecologista, Arturo Escobar y Vega, opinó que la propuesta, sin duda, fortalece al Ejecutivo, pero se manifestó en favor de la misma.

Beltrones, en tanto, recordó que desde 1990 ha habido reformas políticas, precedidas por foros de consulta y negociaciones entre partidos y gobierno, y advirtió que sólo se puede avanzar cuando se tiene el apoyo mayoritario de la ciudadanía y el proyecto es incluyente, sin dedicatoria en favor o en contra de ninguna fuerza política y que no estreche la pluralidad.

Expresó luego que está en favor de la relección de legisladores y presidentes municipales, por una sola ocasión y con condiciones y puntualizaciones, pero puso en duda la argumentación presidencial en ese punto, en especial que la repetición en el cargo empodera al ciudadano.

El coordinador priísta expuso que un segundo riesgo, que le preocupa aún más, es: si la relección inmediata es, como dicen sus epígonos, tan buena, no faltará quien proponga extenderla a los gobernadores y luego al Presidente de la República.

Gómez Mont le respondió que la relección presidencial es una herida aún abierta y por eso no está incluida en la iniciativa de Calderón, pero ello no debe ser obstáculo, recalcó, para analizar la posibilidad de que diputados, senadores y alcaldes puedan repetir en el cargo.

El secretario de Gobernación señaló también a Beltrones que la relección sí puede provocar falta de equidad en el caso de relección de legisladores, pero cuando ésta se basa en una trayectoria consistente se trata de una inequidad democrática.

El coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, no quiso definir una postura en torno a la reforma de Calderón. Argumentó que primero quiere releer las intervenciones de todos los participantes en ese foro que ayer concluyó.

Por la mañana, académicos y expertos nacionales y extranjeros valoraron el proyecto de Calderón. El profesor de ciencia política Jean Claude Colliard, de la Universidad de París, resaltó que la segunda vuelta en elecciones presidenciales funciona mejor en un sistema bipartidista.

A su vez, la politóloga, Soledad Loaeza explicó que las propuestas de Calderón le ayudarían a negociar con el Congreso y no necesariamente tendrían un poder de disolución de las cámaras, sino lidiar con los legisladores.