El organismo analiza las áreas en que se podrían disminuir recursos
Ineludible, que la orden de la Cámara de Diputados afecte la planta laboral
Martes 26 de enero de 2010, p. 9
Con el propósito de acatar la reducción de 600 millones de pesos a su presupuesto que le ordenó la Cámara de Diputados, el Instituto Federal Electoral (IFE) analiza las repercusiones de dicho recorte y afina los ajustes necesarios.
En principio se prolongarán las medidas de austeridad vigentes y se añadirán nuevas restricciones; se afectará ineludiblemente el capítulo 1000 del presupuesto, correspondiente a sueldos y prestaciones, al tiempo que se recortarán alrededor de 250 millones de pesos a los programas estratégicos.
Este mediodía se habrá de reunir la comisión de consejeros que da seguimiento al recorte presupuestal, donde se aprobará la propuesta que este viernes será llevada al Consejo General. Aunque el recorte de aproximadamente 10 por ciento de los 6 mil 200 millones de pesos –que originalmente había propuesto el IFE como gasto operativo– no repecutirá de manera similar en todas las áreas, ha quedado claro que todas tendrán una afectación.
Menos gastos onerosos
Un primer cálculo que la dirección ejecutiva de administración ha hecho con los consejeros electorales anticipa la prolongación de las medidas de austeridad, consistentes en la reducción de gastos para telefonía celular y fija, gasolina, comidas, viáticos, energía eléctrica, entre otros. Sin embargo, aún se estudian otras medidas que contribuyan a asumir el recorte presupuestal, estimándose, en principio, que por esta vía el IFE podría ahorrar cerca de 140 millones de pesos.
Aunque en las discusiones se ha planteado que el recorte tuviera la menor repercusión en cuanto a la planta laboral, será prácticamente ineludible un impacto. Por lo pronto, para reducir la necesidad de despedir personal, se congelarán las plazas vacantes y, eventualmente, sólo podría hablar de cambios de plazas entre algunas áreas que sí requieran sustituir al personal que haya dejado la institución.
Asimismo, se estudia la posibilidad de que el incremento salarial que tiene previsto otorgar a sus trabajadores –equivalente al 4 o 5 por ciento, para paliar la inflación– podría ser postergado, es decir, el aumento podría no autorizarse hasta el segundo semestre del año, según comentaron algunas fuentes en el organismo. Por el conjunto del capítulo 1000 del presupuesto, el instituto espera absorber alrededor de 190 millones de pesos.
Por otro lado, los programas estratégicos del instituto también se verán afectados en diversa medida, puesto que el resto de los recursos que deben reducirse, alrededor de 250 millones de pesos, deberán salir de los ajustes a estos rubros. Hasta ayer no se conocía si programas como el de actualización del padrón electoral serían afectados.
Algunas otras áreas importantes aún estaban a la espera de posibles recortes, como el denominado Sistema Integral para la Administracion de Tiempos del Estado, donde el año pasado se concentró gran parte de la inversión del IFE. En principio se habla de la posibilidad de que la parte de este sistema que podría ser afectada sería en los centros de monitoreo.