Bagdad, 25 de enero. Irak ejecutó por ahorcamiento a Alí El Químico, acusado de crímenes de lesa humanidad que incluyeron la muerte de miles de kurdos y violentas represiones de rebeliones de chiítas, mientras la capital fue sacudida por tres atentados suicidas casi simultáneos contra igual número de hoteles, que dejaron unos 38 muertos y 74 personas heridas.

Los ataques con carros bombas ocurrieron pocas horas antes del anuncio de la muerte de Alí Hasan al Majid, más conocido como Alí El Químico, supervisor y ejecutor de las matanzas ordenadas por su primo y el ex líder del régimen Saddam Hussein, también muerto en la horca en diciembre de 2006,

Al Majid, capturado en agosto de 2003, cinco meses después de que Estados Unidos invadió Irak y derrocó a Hussein, fue condenado a muerte en cuatro ocasiones, la última hace una semana, por el ataque con gas venenoso contra la ciudad kurda iraquí de Halabja por el que en 1988 murieron más de 5 mil kurdos, lo que lo que le valió el apodo de Alí El Químico.

Muchos kurdos estallaron de júbilo al enterarse de la ejecución. “Alí El Químico merece su suerte. Es un día histórico para el pueblo kurdo e iraquí”, se congratuló Majid Hamed Amin, ministro de los Mártires y los Desplazados del gobierno autónomo del Kurdistán, quien añadió que la justicia iraquí hizo su trabajo.

Latif al Hamidi, portavoz del Consejo Supremo Islámico de Irak en Nayaf, uno de los principales partidos chiítas reprimidos por Hussein, también externó su alegría; sin embargo, lamentó que “esta ejecución haya sido postergada por tanto tiempo”.

Respecto de los atentados en la capital, el Ministerio de Interior manifestó que los suicidas hicieron estallar sus vehículos cerca de los hoteles Palestina, Hamra y Babel.

Los dos primeros inmuebles eran los lugares de residencia habitual de la prensa extranjera antes de la guerra de 2003; en la actualidad los tres son frecuentados por los hombres de negocios iraquíes o extranjeros, y a menudo son escenario de foros económicos.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a los iraquíes a seguir comprometidos en la vía de la reconciliación, a pesar de los atentados, en especial con miras a los preparativos para las elecciones del 27 de marzo.

Sin embargo, la violencia se extendió este día a la norteña ciudad de Mosul, en la cual cinco iraquíes murieron por disparos de bala en incidentes separados, y dos mujeres fueron apuñaladas.