Jilotzingo, Méx., 25 de enero. Autoridades estatales y federales rapan cerros del parque Centro Ceremonial Otomí al amparo del proyecto Aprovechamiento Forestal, que prevé extraer 60 mil metros cúbicos de madera de mil 300 hectáreas, informaron comuneros. Sostuvieron que en la región avanza la tala de oyameles y pinares, lo que provocará la desecación de 20 manantiales que abastecen de agua a la zona y permiten la cría de truchas en estanques.

Decenas de comuneros congregados este domingo en la carretera Naucalpan-Jilotzingo exigieron que se detenga la criminal tala en zona natural protegida del parque Centro Ceremonial Otomí –a 20 minutos del Distrito Federal–, pues pone en riesgo proyectos ecoturísticos.

Explicaron que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y Protectora de Bosques (Probosque) de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario estatal planean extraer 10 mil metros cuadrados de madera de cada una de las seis comunidades montañosas de Jilotzongo. El aprovechamiento se inició hace 15 días en la zona llamada Tzmata, donde taladores de Probosque raparon ocho hectáreas de cerros.

Los comuneros informaron que los leñadores ahora se dirigen al bosque Peña de Lobos, donde cientos de pinos y oyameles fueron marcados con pintura roja para ser derribados.

Semarnat y Probosque alegan que el proyecto fue aprobado en una asamblea de comuneros; sin embargo, pero el acta correspondiente está firmada sólo por 28 de un total de 210, y hay otras 47 firmas de personas desconocidas, puntualizaron los afectados.

Esto es un ecocidio, señalaron algunos y pidieron reservar sus identidades, pues han sido perseguidos y baleados por proteger la zona forestal donde nacieron y viven.

Por lo pronto, este domingo comenzaron a insertar clavos de 10 centímetros en los árboles para protegerlos de las sierras. La forma en que los colocamos no mata a la planta, aseguraron.