Monterrey, N.L., 22 de enero. Grupos políticos y asociaciones civiles realizaron tres manifestaciones de protesta contra la decisión oficial de entregar al Grupo Femsa un predio de 25 hectáreas para construir el estadio de futbol del equipo Rayados de Monterrey.

Unos 300 perredistas intercambiaron golpes y empujones con la policía cuando quisieron irrumpir al Congreso local a fin de presentar su inconformidad ante los legisladores; aunque destrabaron la valla metálica y rompieron la cerrada formación policial, prefirieron retirarse para protestar ante el palacio de gobierno contra el mandatario Rodrigo Medina de la Cruz.

Sin embargo, al sesionar la diputación permanente, el PRI pidió considerar de urgente resolución el proyecto de dictamen presentado en septiembre de 2008 por el entones gobernador José Natividad González Parás, a fin de otorgar el permiso al proyecto que requiere inversión pública de 500 millones de pesos, además de 180 millones de dólares que invertiría Femsa para edificar el estadio con capacidad para más de 50 mil aficionados.

Afuera del palacio de gobierno, durante una hora, los perredistas encabezados por su dirigente estatal, Eduardo Arguijo Baldenegro, lanzaron consignas contra el gobernador, la alcaldesa priísta de Guadalupe, Ivonne Álvarez, y la mayoría del PRI en el Congreso. Medina, regala tu dinero, no el del pueblo, Diputados, cuiden las áreas verdes, no las regalen, y Sí al estadio, pero en otro lado, fueron algunas de sus consignas.

Casi a la misma hora, vecinos de la zona donde se planea construir el estadio y representantes de agrupaciones integradas en el Colectivo Ciudadano en defensa del Bosque La Pastora, llegaron al Congreso y entregaron un escrito dirigido a los 42 legisladores locales para instarlos a no ceder las 25 hectáreas que necesita el inmueble pues ello –indicaron– amenazaría toda el área protegida.

Advirtieron las trampas y mentiras del apoyo oficial pues desde marzo de 2009 González Parás redujo el área del Bosque La Pastora para introducir la infraestructura deportiva, y se privilegió la explotación antes que la preservación, además de que ya inició la tala de árboles y rotura de suelo para explorar también el agua subterránea.

Los inconformes rechazaron la versión oficial de que ninguna casa será dañada pues el estudio de impacto ambiental que presentó Femsa en 2009 habla de extinguir amplios sectores de la colonia Tolteca para introducir nuevas vialidades y estacionamientos.

Vecinos del conurbado municipio de Guadalupe afiliados a la Federación de Colonos Libertad de un Pueblo efectuaron la tercera manifestación contra el estadio, y advirtieron que si el Congreso cede el terreno promoverán amparos.

A su vez –tras reunirse con directivos de Femsa el jueves– el gobernador Medina confió en una pronta aprobación del Congreso; aclaró que el predio no se regalará a la corporación sino habría un comodato por 60 años.