La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) respondió a las críticas surgidas a raíz de la decisión del gobierno federal de retirar al embajador ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en París, al señalar que al concentrar en un solo funcionario la representación ante ese organismo y ante el gobierno de Francia se ahorra el salario del representante permanente a nivel de embajador, sus gastos de orden social, la renta de la residencia oficial y su personal; el automóvil y los servicios básicos.

Si bien la decisión de suprimir el cargo de embajador ante la Unesco (que ocupaba el poeta Homero Aridjis) se tomó desde diciembre, Tlatelolco informó ayer que el gobierno, previa autorización del Senado, concentrará las funciones repectivas en la persona del embajador de México ante la República Francesa, en este caso, Carlos de Icaza González.

En un extenso comunicado, la SRE apunta que prácticamente sólo la mitad de los 182 estados miembros de la Unesco tienen representación permanente y exclusiva, como había sido hasta ahora el caso de México, y que 65 países –Austria, Chile, Sudáfrica y Uruguay, entre ellos– han optado por colocar la misión permanente ante la Unesco bajo la autoridad de sus embajadores en Francia.

Añade que otros, como Dinamarca, Finlandia y Noruega, otorgan esa representación a sus embajadores ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Justifica la medida en la necesidad de realizar ahorros y racionalizar la distribución de las oficinas que tiene México en el exterior.