Sindicalistas universitarios señalaron que ante los efectos de la crisis económica enfrentan un momento crítico, en el que no sólo luchamos por mejoras salariales sino por nuestra propia sobrevivencia. Destacaron que, al aplicar un tope salarial, el gobierno federal pulveriza cualquier incremento en los ingresos de los trabajadores, que en años recientes no supera los tres pesos diarios.

En entrevista, tras participar en una reunión de la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios y de la Educación Superior (CNSUES), afirmaron que este viernes lanzarán una convocatoria para sumar esfuerzos con todos los gremios en el país y detener el acelerado deterioro de los ingresos y en la calidad de vida de miles de universitarios, tanto docentes como personal administrativo.

Edmundo Pérez, secretario de Relaciones Exteriores del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma Chapingo, afirmó que en promedio los ingresos del personal administrativo son muy bajos, incluso con cargos donde no se perciben más de 3 mil 500 pesos mensuales y lamentablemente no son la excepción, mientras que un profesor con posgrado y más de 10 años de experiencia cobra en efectivo, después de impuestos y descuentos, poco más de 9 mil pesos.

Destacó que el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores universitarios es mucho peor que en otras crisis, pues se están agotando los mecanismos de supervivencia. No hay apoyos ni prestaciones para salir adelante ni percibimos mayor sensibilidad de las autoridades universitarias para reconocer que un trabajador mal pagado también impacta en la calidad educativa de la institución.

Marcos Vargas, secretario de Relaciones y Solidaridad del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), señaló que como integrantes de la CNSUES convocamos a la unidad de todos los sindicatos universitarios para que se tomen acuerdos y se adopte un posible plan de acción, sin descartar la participación en marchas y plantones, pues enfatizó: estamos ante un grave riesgo de perder muchas conquistas sindicales por el acelerado deterioro de las condiciones de trabajo.

Por su parte, Abraham Guzmán, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, indicó que el deterioro salarial y presupuestal en las universidades públicas del país es resultado de una política de Estado que mantiene en el abandono la educación superior, y con ello a miles de trabajadores.

Por su parte, Antonio Venadero, secretario general del SITUAM, informó que a menos de dos semanas para que venza su emplazamiento a huelga no hay ninguna propuesta sustancial por parte de las autoridades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ni vemos una respuesta concreta a las demandas más urgentes, entre ellas un incremento salarial de 20 por ciento.

Indicó que de no haber una iniciativa real para alcanzar un acuerdo, nos pondrán entre la espada y la pared, con un emplazamiento a huelga que tendrán que votar los trabajadores. Informó que será este 28 de enero cuando vence el plazo para que la UAM presenten sus propuestas.