La directora anuncia la digitalización de acervos y la impresión en papel reciclado
organizar la casa, adelanta su titular
Miércoles 20 de enero de 2010, p. 7
Un presupuesto de 70 millones de pesos –similar al de 2009 pese al reajuste aplicado– y un plan de acción con la idea de una necesaria realineación de procesos
, de una unificación de criterios
e imagen editorial para organizar la casa
, forman parte del proyecto de trabajo para 2010 de la Dirección General de Publicaciones (DGP), del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNA), cuyo eje central será el fomento a la lectura.
Durante una conferencia de prensa, la escritora y traductora Laura Emilia Pacheco, directora de esa instancia desde hace nueve meses, informó que este año México será invitado de honor en varias ferias internacionales, la primera a finales de enero en Calcuta, India, y que se publicarán 85 títulos propios y 70 en coediciones.
Mencionó el Programa Nacional de Salas de Lectura, que suma ya 3 mil 324 espacios en el país, instalados en áreas de viviendas como la sala o la cochera, o en lugares como talleres mecánicos, de los que se refuerzan los acervos, se capacita a los mediadores y se han incluido textos en lenguas indígenas y para personas con debilidad visual.
Otros dos proyectos son el de la digitalización de los acervos del CNCA y el de imprimir libros, carteles y folletos en papel reciclado, con propósitos ambientales y para bajar costos.
“El año pasado –dijo Pacheco– todos enfrentamos una situación complicada y hubo un reajuste al presupuesto. Nos redujeron una cantidad importante de dinero y por ello hicimos esta realineación de procesos, para no recortar un solo programa. No hemos dejado de hacer una sola promoción ni de publicar un solo libro.”
Por leer más allá de lo educativo
Acerca de la unificación de los criterios editoriales, Laura Emilia Pacheco comentó que el CNCA siempre había sido como una especie de aval para muchas publicaciones y la consecuencia fue la pérdida de su imagen editorial.
Ahora, agregó, la DGP pretende que exista un sello del CNCA, identificable a simple vista, y por ello se busca la unificación de criterios, mediante la edición de libros agradables, de bajo costo y tamaño práctico en todas las colecciones.
Pacheco retomó: Todo lo que sean libros (dentro de las dependencias del CNCA), va a pasar, como debe ser, como su nombre lo indica, a la Dirección de Publicaciones. Qué quiere decir eso, que si, por ejemplo, la Cineteca va a hacer un libro, se va a hacer por conducto de esta dirección. Si Culturas Populares va a publicar un recetario, de igual manera. Por qué, justamente para unificar criterios y que sean colecciones con las mismas características de legibilidad, precio y demás
.
La dos excepciones, aclaró, serán los institutos nacionales de Bellas Artes (INBA) y de Antropología e Historia, los que, por sus amplias dimensiones y estatuto jurídico, seguirán publicando sus propios libros.
Sin embargo, dijo como ejemplo, en el caso del INBA éste publicará todos los libros de arte de sus exposiciones, pero los demás los editará la DGP, como es el caso de una colección sobre las vanguardias artísticas y los pintores mexicanos consagrados.
El objetivo principal, destacó, es fomentar la lectura de la mejor manera posible, y el bajo costo de los libros es un factor fundamental, sobre todo en estos tiempos
.
–Dentro de toda esta realineación de procesos
, ¿no se hizo antes algún estudio o revisión de estudios sobre los niveles de lectura en el país, para tener un diagnóstico y saber de manera más clara qué políticas aplicar?
–Desde luego, pero lo principal era ordenar la casa, tener cada silla en su lugar, porque sin eso no puedes hacer ningún tipo de programa. Lo primero era organizarnos al interior para ser más eficientes y poder hacer frente a todos los compromisos que tenemos.
“En cuanto a los estudios ya existentes, una de las cosas que encontramos –aunque no hemos hecho un análisis hasta este momento– es que para nosotros es muy importante fomentar la idea de que los libros no son solamente educativos.
“En un estudio se muestra que el grueso de los lectores en México son los jóvenes en edad escolar, porque hacen las tareas. Identifican el libro con tareas, escuela, obligaciones.
Por eso es muy importante fomentar la otra idea, pues una vez que los jóvenes dejan la escuela casi ninguno de ellos vuelve a tocar un libro. Y esa es una preocupación fundamental que tenemos.