El Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal negó que la queja que presentó ante el Instituto Federal Electoral en contra el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, por hacer promoción de su imagen pública y actos anticipados de precampaña, sea sólo con el ánimo de lanzar descalificaciones sin sustento al mexiquense, como afirmó la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel.

Lo que en realidad preocupa al PRD es que Enrique Peña Nieto utilice recursos públicos para promocionar su imagen rumbo a las elecciones presidenciales del 2012, respondió ayer el dirigente local del instituto político, Manuel Oropeza Morales.

Dijo que serán las autoridades electorales las que determinarán si es procedente la queja que presentó, junto con el presidente del PRD en el estado de México, Luis Sánchez Jiménez, en contra del PRI y el mandatario estatal, por la impresión de una biografía utilizada en escuelas de la entidad en la que prácticamente se da por hecho que será el candidato del tricolor a la presidencia en 2012.

Instó en cambio a la dirigente nacional priísta a vigilar que sus militantes, particularmente quienes ocupan cargos públicos como Peña Nieto, respeten la ley y contribuyan desde ahora a crear las condiciones para que la contienda que tendrá lugar en dos años se lleve a cabo con equidad, transparencia y dentro de los tiempos que señala la ley electoral.

Advirtió que es evidente que el gobernador mexiquense realiza un gasto excesivo para promover su imagen en televisión y en medios impresos, realizando viajes que tienen como propósito posicionarlo, lo cual resulta contrastante con las condiciones de pobreza en las que viven muchos ciudadanos que tienen que desplazarse grandes distancias para buscar empleo en la ciudad de México.

Agregó que esta queja es también una prueba de fuego para el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, no sólo porque es la instancia responsable de hacer cumplir la ley, sino porque está en sus manos lograr que los ciudadanos recuperen la confianza en la institución, tras su negra historia de 2006.