Mejoran eficiencia las siembras tradicionales de maíz, trigo y arroz
Martes 19 de enero de 2010, p. 35
La industria de la biotecnología aún no ha desarrollado ningún cultivo comercial para reducir la contaminación de nitrógeno que producen los fertilizantes, mientras que en las siembras tradicionales de trigo, arroz y maíz se ha mejorado la eficiencia entre 20 y 40 por ciento, reporta la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos (UCS, por sus siglas en inglés).
El estudio Transgénicos, no han reducido el uso de fertilizantes indica que la contaminación con nitrógeno de los suelos cultivables es uno de los peores problemas ambientales del mundo.
El autor del documento, Doug Gurian-Sherman, experto en alimentación y del programa de medio ambiente de la UCS, refiere que a pesar de que la reducción en el uso de fertilizantes es una de las promesas de los transgénicos, hasta ahora la ingeniería genética no lo ha logrado.
Explica que las plantas, incluidos los cultivos agrícolas de los productos básicos, necesitan grandes cantidades de nitrógeno para crecer y los suelos con frecuencia no contienen suficiente nitrógeno para que alcancen un crecimiento óptimo, por lo que los agricultores aplican más fertilizante de nitrógeno sintético de lo que requieren.
El análisis precisa que alrededor de la mitad de los fertilizantes de nitrógeno aplicado en las siembras agrícolas de Estados Unidos no es absorbido por los cultivos y gran parte de ellos pasan a ser contaminantes.
Un ejemplo de los daños que esta contaminación ocasiona está en el Golfo de México, donde ha sido el mayor contribuyente de la zona muerta
de ese mar, dado que ahí llega un exceso de nutrientes de los cultivos agrícolas de Estados Unidos, lo cual hace inhabitable ese espacio para peces de valor comercial y otras especies marinas.
Señala que el nitrógeno en forma de nitrato puede filtrarse a través del agua potable y convertirse en un riesgo para la salud, especialmente de las mujeres embarazadas y niños. Agrega que también se esparce por aire, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades respiratorias, y mediante lluvia ácida, la cual daña los bosques y otros hábitat.
Gurian-Sherman refiere en el documento que los métodos tradicionales de cultivo ya han demostrado éxito en reducir la contaminación por nitrógeno, mientras que la industria de la biotecnología ha identificado los genes que tienen el potencial para reducir la contaminación de nitrógeno y que ya han sido probados en laboratorios y campos experimentales; sin embargo, no están disponibles en el mercado.
El estudio concluye que se debe hacer inversión pública para mejorar los cultivos tradicionales, la agricultura de precisión y otros enfoques de eficacia probada para aumentar la eficiencia del nitrógeno. De no hacerse, el problema de contaminación de nitrógeno se agravará a medida que aumenta la demanda mundial de alimentos, lo que hace urgente invertir en tecnologías y métodos de trabajo que ya se conocen.