Managua, 18 de enero. No me gusta hablar de mí; no me pregunte esas cosas, responde el poeta frente a la grabadora, hastiado de que le pidan reflexiones de vida.

A punto de cumplir 85 años, este 20 de enero, Ernesto Cardenal prefiere hablar de las garzas y las lagartijas que ha esculpido en madera o del nuevo libro de poemas de niños con cáncer que se presentará esta semana en Nicaragua.

Se quita la boina negra y la pone sobre el escritorio en su sobrio despacho en la galería Casa de los Tres Mundos, en Managua, donde se exhiben libros de poesía, cuadros de artistas nicaragüenses y las conocidas esculturas aladas del sacerdote, que se venden entre 100 y 150 dólares, dependiendo del tamaño.

Yo no atiendo la galería. Estoy totalmente dedicado a escribir, leer y hacer esculturas, dice en entrevista Ernesto Cardenal. Su asistente de siempre, Luz Marina Acosta, entra a la oficina y escribe en una libreta sus teléfonos y correo electrónico.

Sí, mejor anote el correo de ella, porque el mío está censurado por el gobierno, suelta el poeta. Acosta asiente. Y también me sustrajeron mi computadora personal en un supuesto robo, hace casi un año, agrega.

En febrero de 2009, desconocidos entraron a la Casa de los Tres Mundos y sólo se llevaron la computadora de Cardenal, donde guardaba sus documentos importantes. No robaron el televisor ni la computadora nueva, tampoco las valiosas pinturas y esculturas. Se fueron sin dejar rastro.

Gracias a Dios teníamos respaldo de todos los archivos, dice Luz Marina.

Con su típico atuendo de jeans, cotona (camisa campesina) blanca y sandalias de cuero, Ernesto Cardenal se declara perseguido político del gobierno de Daniel Ortega. Como muchos otros, porque lo de la computadora no sólo a mí me lo han hecho, también a un ex alcalde de San Juan del Sur, que era un sandinista del partido, comenta.

Críticas, origen del conflicto

El conflicto estalló hace casi dos años, cuando el sacerdote criticó en Paraguay al presidente Ortega y a su influyente esposa, la poeta Rosario Murillo. Un juez local desempolvó entonces una querella por injurias entablada hace tiempo por un empresario alemán, y el autor de Epigramas fue condenado a pagar una multa de mil dólares.

El poeta denunció que hace casi un año desconocidos entraron a su casa y se llevaron su computadoraFoto María Luisa Severiano

Como se negó a hacerlo, por considerarlo venganza política, el juez le congeló sus cuentas bancarias, incluyendo 2 mil 500 dólares donados por un millonario nicaragüense para los talleres de poesía de niños con cáncer.

No sabemos en qué va a parar todo esto, afirma el poeta, quien pese a todo no ha dejado de asistir, cada martes, al hospital infantil La Mascota, ubicado en Managua. En los talleres con los niños enfermos de cáncer convierten la poesía en terapia curativa.

Semana de actividades

De ese trabajo surgió el libro de poesía Sin arcoiris fuera triste, publicado en 2006 con apoyo del Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia, y la nueva compilación Me gustan los poemas, me gusta la vida, financiada por la municipalidad suiza de Villa de Lancy, y que se presentará esta semana.

La publicación es parte de la jornada cultural por el 85 aniversario del poeta, una semana de actividades que incluirá una presentación de libros, un recital poético, una cátedra abierta en la universidad y una exposición de sus esculturas.

Ernesto Cardenal también se ocupa hoy de un extenso poema del que todavía prefiere no hablar. Tengo la creencia de que si cuento lo que estoy escribiendo, entonces ya no sigo escribiéndolo, dice atajando preguntas.

Pero después agrega, complaciente: es de tema científico, lo que más me inspira ahora... el cosmos, el origen de la vida y las especies, el destino del hombre en la Tierra. Dice que seguirá la línea de Cántico cósmico, poemario publicado en 1992 después de tres décadas de trabajo.