Campesinos exigen al gobierno optar por la soberanía alimentaria
Demandan crear un seguro agrícola para hacer frente a contigencias
Domingo 17 de enero de 2010, p. 11
Las afectaciones por la atípica temporada de sequía registrada en el campo mexicano en 2009 y las bajas temperaturas de la semana pasada son un fuerte llamado
al gobierno mexicano para que cambie su política hacia la agricultura nacional, por una que permita la autosuficiencia en materia alimentaria, además debe impulsar el desarrollo de los pequeños productores, consideró Sergio Barrales, director del Centro de Estudios de para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA).
El gobierno debe dejar de pensar que es más fácil comprar alimentos que producirlos
, y considerar que aunque no hay una fecha fija para solucionar el problema de la alimentación de los mexicanos, cada vez se va cerrando esa posibilidad
, apuntó el titular del organismo de la Cámara de Diputados.
La Confederación Nacional Campesina recientemente estimó que la sequía y las heladas dañaron más de 700 mil hectáreas de cultivos de maíz, frijol y café, lo que –en su consideración– obliga al gobierno federal a indemnizar a los productores; además, la afectación genera aumento de precios en alimentos básicos.
La Unión Nacional de Productores de Frijol evaluó que las bajas temperaturas no dañaron su producción, pero en previsión de afectaciones climáticas para los siguientes ciclos productivos demandaron la operación de un seguro agrícola, de costo accesible para los beneficiarios.
La Asociación Nacional de Empresa Comercializadoras del Campo (Anec) señaló que, ante las afectaciones del cambio climático global en las agriculturas del mundo, mantenernos como un país dependiente alimentariamente es una grave irresponsabilidad
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Es vital, detalló, cambiar a una política que nos dé soberanía alimentaria, una reserva estratégica de alimentos y mecanismos de administración de las exportaciones e importaciones de esos productos, a fin de garantizar en todo momento la producción de comida que requieren los 110 millones de habitantes de México, estabilidad de precios y evitar la especulación y prácticas anticompetitivas.
Es el momento de tomar decisiones responsables y abandonar el dogma fracasado y pernicioso de libre comercio, que nos tiene en la peor de las situaciones alimentarias entre los países de América Latina y el Caribe y que nos colocan en una situación altamente vulnerable
, manifestó.
De no cambiar, advirtió, se puede colocar al país en una situación de ingobernabilidad y estallido social. Diversos sectores hemos demandando que haya una política de Estado para que produzcamos nuestros propios alimentos y que no se importe más allá de 10 por ciento de éstos, en lugar del 45 por ciento actual, y tener reservas estratégicas para enfrentar contingencias climáticas, económicas, financieras o especulativas
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La Unión General de Obreros y Campesinos de México manifestó que aún estamos en posibilidades de revertir los efectos del cambio climático en materia agrícola y pecuaria
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