Washington, 16 de enero. El terremoto en Haití ha originado una de las mayores operaciones de socorro en la historia de Estados Unidos, declaró este sábado el presidente Barack Obama en un encuentro con periodistas, junto con sus predecesores George W. Bush y Bill Clinton.

Los dos ex mandatarios aceptaron dirigir el Fondo Clinton-Bush para Haití, expresó Obama.

El presidente estadunidense advirtió que la distribución de la ayuda representa un desafío enorme para los socorristas y que el apoyo al pequeño país caribeño deberá contarse en meses y años.

Estados Unidos sigue unido con el pueblo haitiano, añadió Obama, quien ha repetido a diario las intervenciones públicas para informar a sus ciudadanos sobre las acciones que toma el gobierno para hacer frente al desastre en Haití.

Al unir esfuerzos de esa manera estos dos líderes envían un mensaje inconfundible al pueblo haitiano y al mundo, resaltó Obama en tono solemne.

Seguimos unidos con Haití, que ha mostrado gran capacidad de resistencia, y les ayudaremos a recuperarse y a reconstruir, abundó. Los dos ex presidentes y Obama pidieron donaciones para las víctimas y mayores esfuerzos para el rescate.

A su vez, el máximo comandante militar estadunidense para América Latina anunció que el esfuerzo de su país para auxiliar a Haití se llama Operación Respuesta Unificada.

La secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, quien llegó este sábado a Haití, rechazó las críticas de que la ayuda internacional se acumula en el aeropuerto de Puerto Príncipe, y aseguró que el apoyo empezó a distribuirse entre la población.

Se reunirá Clinton con Préval

La secretaria de Estado anunció que se reunirá con el presidente haitiano, René Préval, para preguntarle cómo podía ayudar Estados Unidos a contrarrestar la escasez de combustible y otros problemas logísticos.

Hillary Clinton y Rajiv Shah, director de la agencia estadunidense para el desarrollo internacional, detallaron que el Programa Alimentario Mundial de la Organización de Naciones Unidas empezó a establecer centros de distribución de agua y alimentos en 14 puntos de la capital haitiana.

Prevemos aumentar la cantidad de esos centros, detalló Shah. Según él, algunos ya funcionan, las rutas fueron despejadas y los militares estadunidenses están dispuestos a encargarse de abastecerlos y mantenerlos seguros.

De acuerdo con la secretaria de Estado, el combustible empezó a escasear en Haití y el gobierno no puede acceder a los depósitos del principal puerto de la ciudad, el cual está muy deteriorado. Subrayó que las fuerzas militares de su nación intentan establecer zonas de aterrizaje para que los helicópteros puedan entregar ayuda, pero ese plan tuvo que ser descartado cuando el ejército se dio cuenta de que los habitantes invadirían esas zonas.

Funcionarios del Departamento de Estado también pidieron a los militares estadunidenses que la ayuda fuera enviada con paracaídas a los lugareños, pero respondieron que era demasiado peligroso.

Es algo que se puede hacer en zonas rurales. En zonas urbanas esto desata motines y puede generar heridos, explicó Clinton.