Investigadores de INER e IPN defienden las acciones en México
La duda, por vínculo de asesor del organismo con laboratorios: Laurell
Viernes 15 de enero de 2010, p. 37
A quienes dicen que la respuesta a la pandemia de influenza A/H1N1 fue exagerada, los invito al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) para que comprueben la existencia de la enfermedad. El virus se sigue transmitiendo y las consecuencias pueden ser muy graves
, afirmó Eduardo Sada Díaz, investigador en ciencias médicas de dicho nosocomio.
De esta forma se expresó el especialista al referirse a las críticas que el pasado martes hizo Wolfang Wodarg, presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, respecto a que las acciones promovidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contrarrestar la transmisión del virus, la declaratoria de pandemia y el llamado urgente para la fabricación de una vacuna, tuvieron el objetivo de favorecer a laboratorios farmacéuticos.
Luego de las críticas de Wodarg, ese mismo día la OMS aceptó someter sus procedimientos al escrutinio de una comisión evaluadora externa y se comprometió a dar a conocer los resultados.
No obstante, la duda y los cuestionamientos tienen fundamento, señaló Asa Cristina Laurell, secretaria de Salud del gobierno legítimo
de Andrés Manuel López Obrador. Dijo que uno de los principales asesores de la OMS, el doctor Albert Osterhaus está claramente vinculado con laboratorios farmacéuticos.
La década pasada, el médico ha estado presente en episodios de influenza y en la emergencia por el virus A/H1N1, Osterhaus promovió la declaratoria de pandemia y la urgencia de la fabricación de la vacuna.
El problema con el también llamado Dr. Flu es que existen indicios de la relación que mantiene con laboratorios farmacéuticos, como su paso por la presidencia de la asociación privada Grupo de Trabajo Europeo sobre la Influenza, la cual es financiada por fabricantes de medicinas y vacunas contra ese mal.
Malaquías López Cervantes, jefe de la Unidad de Proyectos Especiales de Investigación Sociomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se mostró en favor de que se investiguen las presuntas presiones de los laboratorios farmacéuticos.
En conferencia de prensa para anunciar la llegada a México del antiviral peramivir, para enfermos graves por la nueva gripe, Sada Díaz, del INER, aseguró que las medidas de control que se pusieron en marcha en México evitaron que la mortalidad fuera mayor y si acaso hubo una respuesta exagerada fue afortunada, porque potencialmente, el virus pudo ser altamente letal
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Incluso señaló que cifras oficiales sobre el número de casos confirmados son apenas la punta del iceberg
de este problema, porque sólo en México la cifra de afectados podría llegar a 10 millones de individuos.
En ese sentido se expresó Gilberto Castañeda, del Departamento de Farmacología del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico (IPN). Dijo que ante la posibilidad de una elevada tasa de mortalidad sólo queda aplicar una reacción enérgica y evitar el riesgo de perder miles de vidas humanas. Por eso no debemos poner a la OMS en el banquillo de los acusados
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Destacó que en medicina preventiva, cuando se carece de información sobre lo que puede pasar, es preferible tener una sobrerreacción. Actuar de forma contraria y poner en peligro la salud de millones de personas sería gravísimo, mucho más que cualquier posible acto de corrupción
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Reconoció, sin embargo, que las farmacéuticas que controlan el mercado mundial de medicamentos no son unas blancas damiselas. Cuando se detectaron los primeros casos de influenza A/H1N1 vieron un nicho de mercado y actuaron en consecuencia; pero como medida epidemiológica, las decisiones fueron correctas
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