La Secretaría de Gobernación ratificó el acuerdo alcanzado con el Instituto Federal Electoral (IFE) sobre la emisión de una sola credencial de elector –que anula el proyecto original de la cédula de identidad–, a la que se le añadirían la información biométrica que se obtendrá, así como el manejo de dos bases de datos diferentes: el padrón electoral, de uso exclusivo del IFE y el Registro Nacional de Población.

En conferencia de prensa, el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la dependencia, Alejandro Poiré, aseguro que más allá del “debate mediático presente de si ganó uno o si ganó otro –que es estéril–, lo importante es que se están encontrando las sinergias entre el IFE y Gobernación”. Dichas coincidencias, agregó, apuntan a que exista una sola credencial, que se mantenga la autonomía del padrón y que se tenga una base de datos que la garantice.

Tras confirmar que habrá solamente una sola credencial, Poiré dijo que Gobernación continuará avanzando en la construcción del Registro Nacional de Población –que ya contará con los datos biométricos que se añadirían a la credencial– y en las pláticas con el Congreso de la Unión sobre eventuales cambios en la ley.

Asimismo, se refirió a los cuestionamientos que en su momento realizó el Instituto Federal de Acceso a la Información, al cual ya se le entregó el estudio de un experto internacional en cuanto al cumplimiento de la confidencialidad de los datos personales. Sin embargo, apuntó, Gobernación está a la espera de las recomendaciones que este organismo realice sobre el particular.

Al ser cuestionado sobre los tiempos y la eventual renovación del total de credenciales, Poiré señaló que si avanzamos rápidamente estamos en la posibilidad de tener la renovación un porcentaje muy amplio de la población hacia las elecciones de 2012. Sin embargo, dijo, en el caso de las credenciales que no se renueven, nada impide que puedan ser utilizadas para los efectos electorales correspondientes.

Poiré señaló que si bien habrá una sola credencial, se contará con dos bases de datos que se manejarán de manera independiente pero en colaboración: la del padrón electoral, sobre la cual Gobernación no solicitará informes, y la que se creará del Registro Nacional de Población. En esta última se incluirá por primera vez a los menores de 18 años, a quienes Gobernación les expedirá una cédula de identificación.

Por otro lado, en un primer pronunciamiento sobre el tema de la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, sostuvo que en este debate el punto fundamental a salvaguardar desde la perspectiva electoral es garantizar al IFE que pueda contar con la lista nominal de electores.

Eso debería cuidarse de manera muy importante, porque quienes están en dicha lista son los que finalmente pueden votar. En el caso que se avance en una cédula de identidad, que de esa base de datos se haga el corte en los plazos legales electorales para definir los que pueden votar, dijo Alanís.

Más tarde, en conferencia de prensa, Poiré señaló que en el avance del acuerdo con el IFE se realizarán los análisis jurídicos para determinar si son necesarias reformas legales, aunque consideró que existe base para el acuerdo.

Cuestionado sobre las licitaciones, el subsecretario señaló que no existe impedimento alguno para continuar con éstos, toda vez que los concursos que ha convocado Gobernación están asociados a la compra de los equipos del levantamiento de datos biométricos y, por otro lado, es el equipo para la base de datos.

Al referirse al financiamiento para la nueva credencial, Poiré subrayó que con el acuerdo alcanzado con el IFE se reducirían los costos originalmente proyectados, porque solamente habrá una emisión y, por tanto, habrá un proceso más eficaz. No hay que olvidar, enfatizó, en que el proceso de renovación de credenciales de elector es algo que de cualquier manera realiza el IFE.