En lo que fue la primera autocrítica respecto de la actuación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en el caso Iztapalapa, el magistrado Alejandro Luna Ramos reconoció que, en su momento, el organismo debió haber ordenado la reimpresión de las boletas en la elección de delegado para evitar toda la secuela política que siguió.

Luna Ramos señaló que no se tuvo la previsión de lo que pudo suceder posteriormente, pero aseguró que en el futuro deberían tomarse estas previsiones para que no se tomen decisiones de la naturaleza que se asumieron posteriormente en esa demarcación. Sin embargo, dijo, pretender enjuiciar al tribunal electoral por una resolución de una elección interna, adjudicándole la polémica de la elección constitucional, hay un paso enorme.

Al ofrecer una rueda de prensa sobre el trabajo del TEPJF, el caso Iztapalapa volvió a ser parte de la polémica, sobre el cual, el magistrado ponente, Pedro Penagos, reivindicó en sus términos el resto de la resolución. Dijo que el TEPJF resolvió un conflicto interno del PRD, pero al referirse a la secuela que generó la polémica con el candidato originalmente ganador, Rafael Acosta, esto lo ubicó en un problema ético del partido político.

Sobre el tema también habló la magistrada presidenta, María del Carmen Alanís, quien dijo que del caso se podrían obtener aspectos importantes en el futuro para evitar estos conflictos.

Mencionó que será necesario que los partidos políticos hagan públicos los padrones de militantes para evitar lo que, dijo, sucedió en Iztapalapa, donde se presentaron votantes con residencia en el estado de México, en la elección interna de la delegación capitalina.