Caracas, 10 de enero. El presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó este domingo al ejército, la Guardia Nacional y las milicias verificar que no se remarquen los precios ante la devaluación de la moneda decretada el viernes anterior, y advirtió que podría confiscar cualquier tienda que especule.

Chávez fustigó a sus opositores por criticar la medida tomada por su gobierno de devaluar la moneda local, a los que calificó de apátridas, lacayos y peones de Estados Unidos. No hay ninguna razón para que nadie esté incrementando los precios de absolutamente nada. Cuando haga falta el gobierno es el primero en reconocerlo (...) producto de un estudio bien concienzudo, declaró el mandatario en su programa semanal Aló, presidente.

El jefe de Estado venezolano anunció la víspera que el país tendrá un tipo de cambio de 2.6 bolívares por dólar para bienes prioritarios como alimentos y medicinas, y uno petrolero de 4.3 bolívares por dólar para comercio, automotriz y textiles, entre otros. El tipo de cambio único fijo hasta el viernes pasado fue de 2.15 bolívares por dólar.

Hugo Chávez indicó que su lucha contra la especulación no es un plan defensivo, sino un plan ofensivo, y advirtió a aquellos que quieran utilizar los anuncios económicos del gobierno para desestabilizar el país deberán atenerse a las consecuencias.

Asimismo, llamó a la población a no convertirse en cómplice de la especulación a través de las compras de pánico o la adquisición de bienes y servicios cuyos precios hayan sido incrementados de forma excesiva.

Señaló que es capaz de quitar los comercios a sus dueños y darlos a sus trabajadores si remarcan precios, y acusó a medios de comunicación de generar terror entre la población al anticipar que toda clase de productos aumentarán de precio.

El domingo canales de televisión y diarios mostraron fotos de largas filas de personas comprando electrodomésticos, además de diversos análisis sobre cómo afectará la devaluación en los sectores de la economía.

Sin embargo, el gobierno venezolano asegura que el impacto sobre los precios no sería fuerte en el país que tuvo la inflación más alta del continente en 2009, de 25.1 por ciento.

Chávez instruyó a su vicepresidente y ministro de la Defensa, Ramón Carrizalez, a verificar que no se disparen los precios y le pidió entregarle el lunes las primeras líneas de un plan ofensivo contra la especulación en acuerdo con la milicia, la autoridad tributaria y organizaciones comunales.

Nadie se deje robar aquí, denuncien al especulador públicamente y nosotros intervengamos cualquier negocio de cualquier tamaño que se preste al juego de la burguesía especuladora, sentenció.

Advirtió también que su gobierno tomará cualquier banco que falle, y señaló que un banco, del cual omitió su nombre, se acerca peligrosamente al límite. Hay un banco que se está acercando peligrosamente. Él sabe quién es, y a mí no me van a estar chantajeando (...) que si mi banco cae, cae el sistema, dijo.

Desde noviembre el gobierno intervino ocho bancos por problemas de solvencia, pero en conjunto sólo detentaban alrededor de 8 por ciento de los depósitos del sistema.