La baja en la producción de maíz en 2009 debido a la sequía fue de 20 por ciento y no de 10, como asentó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), lo cual, aunado a los aumentos de 30 por ciento en el costo de las semillas y ocho por ciento del diesel, deterioró más la economía de los campesinos, quienes difícilmente tendrán los recursos suficientes para sembrar en el ciclo primavera verano. Todo indica que los programas serán insuficientes, dijo Ismael Flores, directivo de Siacomex, comercializadora del sector social.

Explicó que los productores ya vendieron sus cosechas, por lo que los siguientes eslabones de la cadena –bodegueros y empresas harineras– son los que provocan un alza en el precio del grano. Los campesinos vendieron entre 2 mil 500 y 2 mil 650 pesos la tonelada y los bodegueros están fijando precios de dos mil 900 pesos libre a bordo.

La situación para el ciclo primavera verano de este año se prevé difícil para la mayoría de los 3 millones de campesinos que se dedican a la siembra del grano, pues el año pasado compraron el saco de semilla entre mil 300 y mil 440 pesos el bulto, el cual al iniciar 2010 aumentó a mil 1700 y mil 800 pesos, y con el incremento del diesel, la producción mermará.

Agregó que debido al desorden en el mercado y la dolarización del maíz –el precio se fijó según la cotización en el mercado de granos de Chicago– el precio actual del grano es de 2 mil 600 pesos la tonelada, similares a los del año anterior y 300 pesos menores a los de 2008.

Consideró que las negociaciones dentro del contexto de la agricultura por contrato –las cuales marcan las bases de los precios del mercado– serán difíciles para los agricultores, pues los precios son bajos y los niveles de la bolsa de Chicago están deprimidos. Para un elevado número de productores, la posibilidad de continuar sembrando es limitada por los incrementos de los insumos.

El titular de la Sagarpa, Francisco Mayorga Castañeda, apuntó que los incrementos de los energéticos se atenúan entre el campesinado, ya que reciben un apoyo de dos pesos por litro de diesel y de 1.60 pesos para la gasolina Magna. Todos los agricultores que tienen un tractor o maquinaria agrícola reciben esa ayuda anual por medio de una tarjeta electrónica, son pocos los que no obtienen el beneficio; en ese caso se les entrega Procampo y acceden a otros programas.

Los pequeños agricultores de zonas de muy alta marginación también tendrán un subsidio para los fertilizantes. La ayuda no será directa, sino que los productores deberán organizarse para comprar el agroquímico que requieren y el gobierno con un mecanismo de garantía los apoyará con la compra.

Insistió en que hay suficiente maíz para el consumo humano, ya que a los más de 5 millones de toneladas que se esperan de Sinaloa se agrega la cosecha de Sonora y Tamaulipas.

Edmundo Delgado Ramírez, presidente de la Confederación Nacional de Transportistas, comentó que desde hace dos años no ha habido un incremento en los fletes para los agricultores, pues hay mucha oferta y poca demanda.