l afamado programa chileno de televisión 31 Minutos, creado por Álvaro Díaz y Pedro Peirano, ha rebasado límites que ni ellos mismos se habrían imaginado. La apabullante aceptación de la destornillada serie ha alcanzado a España y Colombia, pero sobre todo a México, donde la sensación ha sido mayor. Y lo más curioso es que, aun siendo un programa para niños, acá ha traspasado edades, pues un grueso de sus seguidores son adolescentes y adultos jóvenes, atraídos por sus astutos e irreverentes diálogos y situaciones.

En sus inicios, agrupaciones derechistas en Chile acusaron al programa de poseer contenidos impropios para los menores. Pero no es así: quizá el escándalo provenga de que el humor blanco que manejan, pleno de absurdos e imaginación locuaz al estilo de cómo un niño vería las cosas, no cae en el previsible lenguaje ñoño, hipócrita ni moralizante que se supone deba ser para niños, sino que se acerca al humor realista, contemporáneo, de emisiones como Los Simpson o South Park, en que los protagonistas son antihéroes poco ejemplares, pero no malvados, sino que valoran la amistad y la solidaridad. Asimismo, la serie promueve la crítica, la libertad de expresión, el ambientalismo y hasta el feminismo, premisas que también reinan en la película homónima, estrenada en septiembre pasado en nuestro país, cuya megaproducción y costo (2.5 millones de dólares) fueron algo inédito en la historia del cine chileno, y aunque la trama se sale de los sets, conserva las gracejadas de sus entrañables personajes: Tulio Triviño, Juan Carlos Bodoque, Juanín, Patana, Policarpo Avendaño, Guaripolo, Huachimingo y Mario Hugo, entre otros.

Como parte de esta escalada de logros, la respuesta lógica vino de México, particularmente de Café Tacvba y el sello Terrícolas Imbéciles, que editó en diciembre el acoplado Yo nunca vi televisión (2009): 14 covers a varios de los temas musicales que usualmente integran el Ranking Top de Policarpo, y son medulares para el éxito de la emisión, compuestos por el mismo Peirano y Pablo Ilabaca, ambos del grupo chileno Chancho en piedra, así como por otros músicos de ese país, como Daniel Castro, Rodrigo Salinas y Carlos Espinoza. El álbum será el primero de dos grabaciones-homenaje a la serie.

Sabiendo de la afición hacia 31 Minutos por parte de la chaviza local, las versiones, producidas por Joselo Rangel (Tacvba) y Ro Velázquez (Liquits), son realizadas por artistas de rock y pop tanto mexicano como chileno: de acá, Tepetokio (Rubén Albarrán), Belanova, Bengala, Natalia Lafourcade con Emmanuel del Real, Liquits, María Daniela y su Sonido Lasser, Niña, Ximena Sariñana, Furland y Siddartha. De Chile: Chancho en piedra, Los Bunkers, Pedro Piedra y Francisca Valenzuela. En éste, los músicos adaptan los temas a su estilo, con distintos resultados. Las versiones más agraciadas conservan el espíritu lúdico de las originales (Liquits, Valenzuela, Belanova, Chancho en piedra) y las que además les dan la vuelta, musicalmente (Tepetokio, Pedro Piedra, María Daniela, Bunkers, Furland); desafortunadamente, otros las hicieron más solemnes (Bengala, Sariñana, Lafourcade), le dieron en la torre a la original (Niña), o la volvieron aburrida (Siddartha).

Sin embargo, el álbum funciona y se disfruta bastante, se sea o no seguidor del programa, aunque tendrá más eco entre quienes posean el referente. Lo que sí, es que se extrañan varios de los temas más divertidos, como Lala, Yo opino, Señora devuélvame la pelota o si no no sé lo que haré, Me cortaron mal el pelo, o la gran Objeción denegada; se espera aparezcan en la siguiente entrega. El álbum, a la venta en formato físico, así como digital en i-Tunes, es regalo propicio y relajiento para este Día de Reyes.

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