El alza a los precios de los alimentos, la reducción de los ingresos familiares y el desempleo que trajo consigo la crisis económica afectaron de manera desproporcionada a los más pobres, quienes durante este año vieron perjudicado su acceso a productos básicos, pese a que la disponibilidad de éstos fue relativamente buena, señaló la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en el editorial de la edición del mes de diciembre de su revista Dfensor.

Ante esta situación, agregó que es urgente que se elaboren políticas públicas con una perspectiva basada en el derecho humano a la alimentación, pues la crisis económica afectó especialmente a quienes dedicaban gran parte de sus ingresos a adquirir alimentos.

La publicación destaca que en el caso del Distrito Federal, según estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, de los más de 20 millones de habitantes, más de 473 mil están en situación de pobreza alimentaria.

Sin embargo, destacó que la capital del país cuenta con una ley que garantiza jurídicamente el derecho humano a la alimentación, la cual constituye un hito y un paso adelante hacia la equidad y la justicia social.