El vía crucis comenzó con los aumentos a la tortilla, la leche y la gasolina, señalan
Lamentan que mientras todo sube los sueldos no se incrementen en la misma proporción
Temen que la situación se agrave con las nuevas tarifas de Metro, agua y contribuciones
Miércoles 30 de diciembre de 2009, p. 23
Con la cascada de incrementos a los precios de la tortilla, la leche y la gasolina comenzó el vía crucis para millones de capitalinos, el cual se exacerbará a partir del 1O de enero, cuando se sumen las alzas al Metro, agua, Tren Ligero, tenencia, verificación, licencias de manejo, predial y otros impuestos, derechos y contribuciones, en niveles que van de 5.5 a 300 por ciento.
De hecho, ayer algunas tortillerías y tiendas de abarrotes de delegaciones como Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Miguel Hidalgo ofrecían el kilo de tortilla a nueve pesos, cuando su precio anterior era un peso menos. En el caso de la leche industrializada el costo por litro ya no era de 11.50 u 11.80 pesos, sino que se vendía un peso más cara.
En cuanto al Metro, el aumento de dos a tres pesos afectará a los casi 5 millones de capitalinos –sobre todo estudiantes y obreros– que a diario utilizan este sistema de transporte. En el caso del incremento al agua impactará a los más de 2 millones 200 mil contribuyentes de este servicio, sobre todo de los estratos sociales medio y alto.
De las alzas ni los empresarios se salvaron, pues los diputados locales y federales les impusieron aumentos a los impuestos sobre la renta, sobre nómina, al valor agregado y sobre hospedaje.
Algunos trámites que también sufrirán aumentos a partir del primer día de 2010 son los casamientos por el civil, que de mil 599 pesos pasarán a mil 688 pesos; los divorcios, que costarán 841 pesos, ya no los 797 de este 2009; la licencia de conducir, que implicará ahora un pago de 580 pesos, equivalente a un aumento de 32.4 por ciento. La tenencia subirá de 238 a 251 pesos.
Frente a esta oleada de aumentos, La Jornada realizó un sondeo entre algunos capitalinos para conocer su opinión. Todos coincidieron en que 2010 será un año más difícil
que el que está por concluir, pero la mayoría ignora la totalidad de los incrementos previstos en impuestos, derechos y servicios.
Las personas consultadas recordaron entre las principales alzas las del precio de la gasolina y del boleto del Metro, y ubican a la primera como la que tendrá el mayor impacto en sus bolsillos, porque suben todos los alimentos. Podemos economizar en todo, pero no dejar de comer
, comentó Mariana Moreno, ama de casa.
Desempleadas desde hace seis meses, Circe y Miriam señalaron que este año salieron adelante vendiendo comida y estirando los ahorros, pero el próximo no saben qué van a hacer. “Ya de por sí gastamos lo menos posible. En el pasaje, si hay un tramo que podamos caminar, pues evitamos la micro. Ya no salimos, convivimos en casa, y comprar ropa, ni pensarlo.”
Karina, empleada de una tienda, lamentó que mientras todo sube, los sueldos no se incrementen en la misma proporción. Yo tengo un sueldo de mil 200 a la semana, con un horario de nueve a nueve. Qué voy a hacer, pues comprar menos y privilegiar el alimento.
Jonathan, chofer de un taxi, comentó que ya no hay que esperar cada año los incrementos. El de la gasolina es a cada rato, ¿y qué hace uno?, pues angustiarse, aunque quieras comprar no hay con qué, sólo lo indispensable.