La Compañía Nacional de Teatro (CNT) estrenará en marzo de 2010 Horas de gracia, de Juan Tovar, dirigida por José Caballero, con escenografía de Alejandro Luna. La obra gira en torno a un diálogo entre Agustín de Iturbide y Antonio López de Santa Anna, la víspera de su fusilamiento.

El montaje, que forma parte de un ciclo de obras realizadas ex profeso para los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, presenta a Iturbide en el momento de la consumación de la Independencia y la caída de su proyecto de convertir a México en imperio.

El repertorio de la CNT se presentará en diferentes festivales, como parte de un programa organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Puestas de repertorio mundial

Durante 2009, la compañía logró la conformación de un elenco estable, integrado por algunos de los mejores actores de México, así como el comienzo de un repertorio a partir de las seis primeras puestas en escena. Luis de Tavira, director artístico de la CNT, comentó al respecto que han conformado un conjunto capaz de abordar las diferentes escalas de exigencia dramatúrgica que plantea la construcción de un repertorio y un lenguaje común, que tendría como asignatura mayor la conquista de un estilo propio como compañía.

En febrero pasado, la agrupación teatral estrenó Pascua, de August Strinberg, que se dio a conocer en el país mediante la puesta en escena de Héctor Mendoza, director emblemático del teatro mexicano.

Una de las obras más recientes del repertorio mundial, estrenada en Europa y Estados Unidos, Ni el sol ni la muerte pueden mirarse de frente, del dramaturgo libanés Wajdi Mouawad, también fue vista por primera vez en México en la puesta de la CNT para mostrar algunos de los nuevos caminos de la teatralidad, gracias al montaje de Rolf Abderhalden, creador suizo-colombiano.

Otra obra que presentó la compañía en 2009 fue Edip en Colofón, visión mexicana del mito de Edipo, de Flavio González Mello, dirigida por Mario Espinosa, divertida puesta politonal que transita de la tragedia a la comedia, pasando por la farsa y el metateatro.

En el contexto del Festival Internacional Cervantino, que se realizó en octubre pasado, mediante una confabulación teatral entre actores mexicanos y cuatro miembros de la reconocida agrupación de danza butoh Dairakudakan, se estrenó en Guanajuato Galileo, un foso, dirigida por Takyya Muramatsu, montaje de teatro de calle, donde ocho actores-bailarines proyectan, mediante gestualidades y la fuerza expresiva de su cuerpo, el enigma que supone la actitud del astrónoma italiano Galileo Galilei ante el cosmos.

Ser es ser visto, es otra de las producciones de la CNT, que se montaron este año. La obra, basada un apieza de la dramaturgia de Botho Strauss, con dirección de Luis de Tavira, reunió a 43 actores del elenco estable de la compañía.

El ciclo en torno al bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana de la compañía se inició con la puesta en escena de Egmont, de Goethe, obra paradigmática del repertorio universal, en una versión y adaptación de Juan Villoro, conjuntándola por primera vez con música de Beethoven.

Esta obra funda el paradigma del héroe insurgente y del pueblo que despierta a la lucha por su libertad. La dirección escénica estuvo a cargo de Mauricio García Lozano y se presentó en dos breves temporadas en la ciudad de Jalapa y en el Distrito Federal, con la participación en vivo de la Orquesta Sinfónica de Jalapa.