En México es necesaria la creación de una sinfónica nacional de alientos, dada la gran tradición y el número de orquestas de gran calidad que existen actualmente, afirmo el titular de la Sinfónica de Alientos de la Policía Federal, Luis Manuel Sánchez Rivas, en entrevista realizada al final de un concierto en el cual ofrecieron piezas del disco Tradiciones mexicanas, del que destacan obras de Silvestre Revueltas, Arturo Márquez, Carlos Chávez, José Pablo Moncayo y Carlos Olvera.

Añadió que con Tradiciones mexicanas la sinfónica de alientos se suma a los festejos por el bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Desde noviembre, la agrupación se ha presentado en varios sitios con gran éxito, dada la reacción del público, que aplaude efusivamente al escuchar las notas de Sensemayá y El huapango.

El citado disco fue grabado en la Sala Nezahualcóyotl, lo cual, precisó, proporcionó una acústica inmejorable.

Aclaró que los miembros de la Sinfónica de Alientos son músicos profesionales y que la agrupación muestra un aspecto poco conocido de la Policía Federal.

Llegaron con Maximiliano

Sánchez Rivas expuso que su objetivo es cambiar la idea que se tiene de las bandas sinfónicas. “Las bandas de aliento llegaron a México con Maximiliano, quien trajo a sus músicos austriacos, los cuales compartieron su arte en varios estados. Al irse Maximiliano a combatir a Europa, dejo aquí a sus músicos. Esto propicio un auge de este tipo de música. A finales de 1800, las bandas en México adquirieron una gran calidad. En Instituciones son fuertes las bandas de la Policía, Marina, Guardias Presidenciales, etcétera. Lamentablemente, con el auge de las orquestas, las bandas fueron consideradas el patito feo o el plato de segunda mesa, pero con este disco y otros demostramos que tiene la misma calidad que una orquesta tradicional.

No hay una banda sinfónica nacional, ninguna agrupación que sea representativa a nivel profesional, por lo que quiero con esta agrupación dar ese salto.

Gran equipo de trabajo

Por su parte, el productor del disco, Rosino Serrano, expresó que es la segunda producción en la que colabora con la Sinfónica de Alientos. “Es importante el equipo de trabajo, donde participan Humberto Terán y Valeria Palomino. Yo me encargué de la preparación de las sesiones de grabación, partir del repertorio entregado por el director Luis Manuel Sánchez. Obras como ésta requieren de mucha paciencia y dedicación, porque el ensamble es voluminoso: 61 elementos. La grabación se llevó cuatro días, aproximadamente de entre ocho y 10 horas al día. Hay que destacar la actitud de aguante de los músicos.

“La banda sinfónica o la sinfónica de alientos es un ensamble con mucha tradición en varias regiones del país, pero no siempre orientada a la música de concierto. En general, está más orientada a la música popular.

Ha sido un ensamble erróneamente menospreciado, como si fuera una emulación limitada de la orquesta sinfónica, probablemente porque el músico de la sinfónica cobra cuatro pesos; el de ópera, tres; el de cámara, dos, y el de la banda sinfónica cobra uno. No obstante, es un ensamble musical, desde mi punto de vista, tímbrico con posibilidades de color que, sin ir más lejos, la orquesta sinfónica no tiene, y viceversa; es decir, tiene un sonido propio y una personalidad indiscutible. En este disco, dedicado a un repertorio mexicano, tanto de concierto como popular me lleve la sorpresa de que hay obras en las que verdaderamente prefiero la sonoridad de la banda sinfónica, por encima de la de orquesta.