La edición de revistas se encuentra en un fenómeno sumamente interesante: cómo nos vamos a enfrentar a la nueva era digital, y qué es lo que vamos a hacer, señala Guillermo Osorno, director de Editorial Mapas, que este año lanzó su tercera guía anual de la ciudad de México dF de la gente.

El año 2009 fue complicado, hubo una contracción en el mercado publicitario y siento que esto ya está pasando, que 2010 será mejor año. Esta complicación económica cayó en medio de un cambio de paradigma que es Internet, por eso estamos en un momento interesante. Estos son los dos grandes temas: hay un cambio económico, pero también un cambio tecnológico que hace que este momento sea un gran reto.

Ya esta editorial, que publica las revistas Travesías y Gatopardo, recurre a Internet a través de redes sociales como Facebook y Twitter, y prepara para marzo próximo un relanzamiento para las páginas www.guiasdf.com

Sin embargo, Osorno sostiene que Internet no va a sustituir al papel, en particular en el mundo de las revistas. La experiencia del lector de revistas depende mucho de la calidad de los gráficos, de las fotos y del papel y esa es una experiencia única en este tipo de publicaciones. Más bien a esa experiencia hay que sumarle la experiencia en línea; todos los que hacemos revistas tendremos jugar en estas dos líneas o niveles.

Por lo pronto, continúan el proyecto de la publicación anual de las guías dF, cuyos títulos anteriores fueron dF de culto y dF a la mano, que nació después de la desaparición de la revista DF por Travesías en 2006.

Cuando terminó la revista, porque ya no era económicamente viable, nos quedamos con el ánimo de seguir haciendo cosas sobre la ciudad, y decidimos convertir ese título en una publicación anual. En 2007, sacamos la primera de estas series de guías con la idea de que fuera un libro con distintas narrativas de la ciudad y que nos permitiera volver a revisar la ciudad desde una perspectiva distinta, actualizar recomendaciones y lugares que hubieran aparecido un año antes y quitar los que hubieran desaparecido, y así es como nace el proyecto, con ánimo de no abandonar a la ciudad de México.

Existe mercado para este tipo de publicaciones, subraya; tengo la impresión de que este año el proyecto ya maduró, porque las librerías nos pidieron un porcentaje importante, eso quiere decir que el título ya tiene su mercado, y el tiraje de este año es de 20 mil ejemplares.

No se trata de guías para viajeros o personas que no conocen el lugar, al contrario es una guía cuyo público principal es la gente que vive en la ciudad, los capitalinos, de tal manera que el tono es distinto y el nivel de profundidad, mayor; obviamos las descripciones de los monumentos. Es una guía para usar la ciudad, para disfrutarla y transitar.

Estas guías “son obviamente un reflejo de las cosas que sucedieron en la ciudad. Y en cada una de las áreas que tratamos –restaurantes, vida nocturna, museos modas, mascotas, etcétera– se han ido definiendo cosas interesantes, sorpresas, que siempre dan la sensación de que la ciudad está vibrante y en movimiento”.