Se presentaron 11 denuncias de connacionales en el aeropuerto
Según el INM, 69.9% de los migrantes visitan a su familia en México
Jueves 24 de diciembre de 2009, p. 31
Aun cuando en sus 20 años el Programa Paisano ha disminuido sustancialmente los casos de abusos de la autoridad en contra de los connacionales que cada año regresan en esta temporada decembrina a nuestro país, las quejas y maltratos persisten. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración, del primero de noviembre al 14 de diciembre se han reportado 11 denuncias en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), sobre todo por maltrato e incluso por intento de extorsión.
Melitón J., de 46 años, oriundo del ejido La Paz, en el municipio tlaxcalteca de Totolac, llegó a la ciudad de México en el vuelo AMX 683, procedente de Chicago. Debió pagar por fuera
200 dólares para evitar el decomiso de ropa y aparatos eléctricos que traía a sus familiares. Me dijeron que si quería recibo el pago era de 400; según ellos traía cosas de más
, dijo a su salida en la terminal aérea.
Todavía con actitud de enojo, tras el maltraro y las amenazas que sufrió del personal de aduanas, explicó que los arcos de seguridad, por donde deben pasar las maletas, no son para detectar armas o droga, sino para robar
a los migrantes: con las cámaras que tienen ahora no se les va nada; me cobraron hasta por el encendedor (con la imagen) de Obama que traigo
.
Para Josué M., también de Totolac y compañero de viaje de Melitón, la situación no fue tran grave, si se compara con lo que vivió hace tres años cuando vino por última vez a México. En esa ocasión hizo el trayecto por carretera, a bordo de una camioneta, y cada retén le costó entre 50 y 100 dólares, a pesar de que portaba los documentos de internación del vehículo en regla.
Ambos denunciantes, con casi 25 años de haber migrado, dicen tener papeles
para residir legalmente en Estados Unidos. Muchos de los paisanos (que están allá) quieren venir, pero están ilegales, y así está cabrón el retache
, afirmó Melitón, quien entre sus cosas trae también unos encargos
de los paisanos. Los dos son residentes permanentes y forman parte del 69.9 por ciento de aquellos que regresan al país a visitar a sus familiares, según la encuesta del Instituto Nacional de Migración (INM).
Una situación distinta vivió Carlos S., quien llegó en el vuelo 365, de Delta, procedente de Atlanta. El intento de extorsión fue falllido. Los agentes pretendieron cobrarle impuestos por la laptop, dos celulares y el ipod que traía; la cuota exigida era 100 dólares por todo. Como residente permanente, acotumbrado a viajar hasta dos o tres veces al año a Metepec, en el estado de México, amagó con presentar una denuncia por intento de extorsión, ante lo cual los agentes desistieron. Me querían ver la cara de pendejo
, dijo.
Las denuncias presentadas se refieren a abusos de autoridad, revisiones improcedentes e intimidación a los migrantes. Para este Programa Paisano también se han habilitado observadores, que supervisan durante esta temporada el trato otorgado a los migrantes.
Fue en la década de los 80 que ante el constante abuso en contra de los migrantes, líderes de diversas organizaciones sociales, empresariales, políticas e incluso religiosas de las comunidades mexicana y chicana residentes en Estados Unidos, se unieron para presentar al gobierno de México la propuesta de crear mecanismos que controlaran y gradualmente eliminiran los índices de maltrato, extorsión, robo, corrupción y prepotencia en que incurrían servidores públicos de diversas entidades del gobierno, en contra de los connacionales durante su ingreso al país, en diversas épocas del año, principalmente en fiestas decembrinas.