Miércoles 23 de diciembre de 2009, p. 8
La habilidad en los juegos malabares, quizás uno de los números primigenios del circo moderno, queda bien expresada en el acto de Adrián Martínez en las Galas de Invierno del Circo Atayde.
Martínez trabaja con un bloque y una pequeña pelota blanca, con las clavas –que hasta en número de seis lanza y vuelve a lanzar mientras una la sostiene en precario equilibrio en su frente–, para rematar con cinco balones de futbol a los que hace girar a gran velocidad ante el azoro del público.
Nacido en Montevideo, Martínez es uno de los productos del encuentro de circo joven que auspicia la empresa Atayde al concluir su temporada de verano. Ha estado tanto en el de este año como en el de 2008.
Relata que su presencia en el país obedece al amor, pues se enamoró de Tatiana, su esposa, también gente de circo, a quien conoció casualmente en Uruguay y la siguió hasta acá.
Martínez lleva 10 años en esto de hacer circo, pero es la primera vez que toma parte en una temporada formal. Sus actos no sólo se limitan a los ancestrales malabares: también trabaja el monociclo y hace de payaso, aunque reconoce que en sus orígenes se ejercitó en la cuerda floja y el vuelo en telas.
Con una maleta, en la que transporta sus instrumentos de trabajo, Martínez aparece en la pista un poco tímido, pero, explica, que eso tiene una razón, pues debe introducir a la gente en la incertidumbre. Hay que trabajar con las emociones
, precisó.
Al acto de Martínez se le agrega el del trapecista colombiano James Eulises, quien arranca un grito a la galería con su acto a 12 metros de altura sin red de protección, en el que realiza el molinete de cadenas, número que, se dice, había dejado de presentarse desde hace tiempo en las pistas circulares.
Los León, trío de payasos que bien hacen reír a la clientela, proceden de Perú. Rafael Ávila hace un buen número en el alambre. La Tribu Nexus, de Argentina, exhibe sus habilidades en los actos de saltimbanquis y los ecuestres.
La veteranas del espectáculo son las elefantas Tamy, Rosi y Safari, pero ahora el acto se resalta con la presencia de dos bellas que montan a las paquidermas: Celeste y Andrea, de la cuarta generación de la familia Atayde.
El circo, instalado en Calzada de Tlalpan 855, concluirá temporada el 10 de enero. Las funciones son de lunes a sábado a las 17 y 20 horas, y el domingo a las 12, 16 y 19 horas. Se encuentra cerca de la estación del Metro Villa de Cortés.