El grupo Nosotros Hacemos Teatro presenta por décimo año Císcale, císcale, diablo panzón
Da lecciones de armonía, paz y respeto, afirma Mariana Brito, una de las protagonistas
Además de escuchar los tradicionales villancicos, el público participa en una posada
Miércoles 23 de diciembre de 2009, p. 8
En diciembre diversos foros teatrales de la capital del país incluyen en su programación las tradicionales pastorelas, espectáculos de origen novohispano que rememoran el nacimiento de Jesús.
La compañía Nosotros Hacemos Teatro presenta Císcale, císcale, diablo panzón en el teatro Coyoacán. Desde hace 10 años, este grupo busca contribuir a preservar el espíritu reflexivo de la Navidad y rescatar la tradición de asistir en familia al teatro.
La puesta en escena, del dramaturgo michoacano Willebaldo López –autor de obras como Felipe de la vida y Cosas de muchachos–, aborda la esperanza, la amistad y la fe como elementos fundamentales para mover montañas, librarse de todos los obstáculos impuestos y ser libres espiritualmente.
Un profeta llamado Jodías acompañado por un arcángel son los enviados del cielo para acercarse a un grupo de pastores dormidos y darles un mensaje de paz: La luz vendrá muy pronto a matar a la oscuridad
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Pero Lucifer y su hijo Satanín luchan intensamente para que los pastores no escuchen ese mensaje. Siembran la desconfianza, la avaricia, la pereza y el recelo para convertirlos en sus súbditos.
En medio de unos portales con un cielo de piñatas, Gila, Bato, Pomposa, Bartolo, Lidia y Sordino reciben a los visitantes.
Deslumbrado por la elegante ropa de Lucifer, Gila se deja convencer y recibe una extraña caja de calamidades, la cual contiene los males y problemas sociales que aquejan a los mexicanos.
Los demonios les aconsejan a los pobladores que para triunfar y ser exitoso en la vida hay que explotar al otro, matar, robar y tener placeres sin límite, a diferencia de lo que el profeta y el arcángel les piden: seguir una luz brillante redentora que salvará a la humanidad y, al llegar al lugar de donde emana éstas, adorar y arrullar a un recién nacido.
Rumbo a Belén
Sordino, a quien de tanto escuchar mentiras se le tapó el oído, se mantiene escéptico, lejos de los extraños, pero de pronto algo le dice que debe emprender el viaje y convence a los demás de que lo sigan.
Así, se escuchan los tradicionales villancicos, y junto al público piden posada.
Al terminar, los protagonistas Mariana Brito, Felipe Oliva, Alejandro Lamadrid, Elizabeth Montaño, Marco Vidal, Ricardo Tavera, Alan Uribe, Carolina Pimentel, Alexandra Martínez y Marco Polo Suárez rifan una piñata entre el público y, como buenos anfitriones, ofrecen ponche, tamales y atole.
Para Mariana Brito la obra da tres lecciones importantes de armonía, paz y respeto: no abuséis, eres libre, no tonta ni esclava y amar los unos a los otros
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Por su parte, Felipe Oliva consideró fundamental recuperar la tradición de que toda la familia asista al teatro unida, disfrute de un espectáculo y comparta un tiempo ameno.
Císcale, císcale, diablo panzón terminará temporada el próximo 3 de enero. Las funciones son de lunes a miércoles a las 20:30 horas; los viernes y los sábados a las 18 y 20:30, y los domingos sólo a las 18 horas, en el teatro Coyoacán, ubicado en Héroes del 47 número 122, colonia San Mateo, Coyoacán.