A seis meses de utilizar la llamada agricultura de precisión, que requiere de la flexibilidad de los campesinos para admitir los consejos de técnicos para evitar la aplicación excesiva de fertilizantes y aprovechar al máximo el agua existente en su región, agricultores en zonas de temporal de seis estados comprobaron que la productividad por hectárea de maíz puede llegar a 15 toneladas, dos veces más de lo que obtenían.

Hace un año, un grupo de cinco mil 832 campesinos y 178 técnicos iniciaron el proyecto especial de producción de maíz de alto rendimiento (Proemar) en el que se trata de aprovechar al máximo el conocimiento tradicional de los campesinos, aplicar una tecnología que se inicia con el análisis de suelos, el uso de la lombriz composta, la mezcla adecuada de los fertilizantes, utilizar semilla certificada y realizar una siembra de precisión.

Confiamos en el éxito de este nuevo proceso con el que se espera duplicar la producción del grano en zonas de temporal de Campeche, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nayarit, dijo el director del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), Rodrigo Díez de Sollano.

Se trata de un esquema para mejorar la producción del cultivo más importante para el país en las zonas en donde se tienen dificultades para incrementar el rendimiento productivo y evitar que los campesinos se hagan dependientes del programa. La meta es capacitar a técnico y agricultores y que ambos comprendan que se pueden tener excelentes logros en la producción del grano.

En entrevista, Díez de Sollano explicó que en diciembre de 2008 se inició el programa de capacitación teórico práctico a técnicos y productores, así como el plan de cultivo; entonces se determinó que la etapa productiva sería de junio a diciembre de 2009.

Al programa se sumaron campesinos de 51 organizaciones que, en conjunto, sembraron 50 mil 837 hectáreas y se ejercieron 28.5 millones de pesos para acompañamiento técnico, de los cuales el mayor monto fue destinado a los campesinos de Jalisco, Chiapas, Nayarit y Campeche.

Detalló que 58 por ciento de la superficie con la que se inició la etapa productiva corresponde a Jalisco; 18 por ciento a Campeche; 14 a Chiapas; 6 a Nayarit y 2 por ciento tanto a Guanajuato como a Michoacán, ello luego de la realización de 7 mil 500 diagnósticos técnicos.

Se evaluó el grado de acidez o salinidad de las tierras, conocieron los costos de producción a partir de las tecnologías utilizadas por los participantes, se analizó el tipo de clima y se estimó el volumen de las lluvias, y se determinó canalizar 35.3 millones de pesos para la etapa productiva y nuevamente el mayor monto fue para Jalisco, con 20.8 millones de pesos.

Se trata de una agricultura en la que debe aplicarse la receta para tener los resultados esperados. En esta superficie se tiene previsto alcanzar 250 mil toneladas adicionales, al lograrse incrementos promedios de 4.9 toneladas por hectárea en los seis estados.

Es un programa con un efecto multiplicatorio y se piensa aplicarlo también para elevar la producción de frijol, apuntó el director del Firco.