La Habana, 20 de diciembre. El gobierno de Cuba anunció para 2010 una mayor austeridad que la de este año, con un nuevo recorte al gasto social, pues la economía no soporta sus cuantiosos montos.

El vicepresidente del gobierno y ministro de Economía, Marino Murillo, quien fue electo miembro del Consejo de Estado, informó el domingo a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) que el plan anual se dirige a resolver el problema más inmediato que es la escasez de moneda fuerte.

Murillo informó que las exportaciones de bienes y servicios cayeron este año 22.9 por ciento y las importaciones 37.4 por ciento. El presupuesto que esbozó es más restringido aun después de los dos recortes de este año, con un gasto en divisas menor a los ingresos y con límites rigurosos a las inversiones.

Sin embargo, se salvarán de la tijera las principales ramas exportadoras (níquel, biotecnología, turismo, combustible, aviación, telecomunicaciones, ron y tabaco), que tendrán un financiamiento exclusivo y garantizado.

El presidente Raúl Castro ya había advertido hace un año de la reducción de subsidios y prestaciones, para limitarlos al acceso a la educación, la salud, las pensiones y la asistencia social (apoyo a los más pobres).

Este año se suprimieron comedores gratuitos para la burocracia, a cambio de un estipendio. Fuera de la canasta básica (un paquete de productos de primera necesidad a precios subsidiados) quedaron el chícharo y la papa, que ahora se venden en el mercado abierto, aunque a precio controlado y se redujeron las raciones de precio preferencial de los frijoles y la sal.

La desaparición completa de la canasta básica se discute abiertamente en la prensa local, pero Murillo anticipó que se mantendrá al menos este año, al anunciar su inclusión en el presupuesto.

Sin embargo, no queda claro hasta dónde se adelgazará esa despensa popular, ni qué pasará con los precios o tarifas subsidiados de servicios como el teléfono, el gas, el agua, el transporte público y la electricidad, de bienes como los libros o de espectáculos como el cine, el teatro y los deportes.

Castro dijo al plenario que la reducción de gasto llegará a los renglones antes considerados intocables, como la salud y la educación.

Citó como ejemplo la eliminación desde este año del internado rural obligatorio para 126 mil estudiantes de bachillerato, a los que se sumarán otros 80 mil a partir de septiembre próximo, con un ahorro en transporte, electricidad y alimentación. Esos alumnos pasan a escuelas urbanas de régimen externo.

El mandatario recordó que ya se ha discutido cómo se puede continuar economizando gastos irracionales en la salud pública.

Murillo dijo que el crecimiento en 2009 será de 1.4 por ciento. Ese resultado equivale a la tercer caída anual consecutiva y a un nivel similar al de hace siete años, según la serie oficial del producto interno bruto ajustada a una forma de medición que agrega un valor estimado de algunos servicios públicos.