Naucalpan, Méx., 19 de diciembre. De cada 10 empleos perdidos este año en el estado de México, ocho eran de jóvenes, y al finalizar diciembre sumarán unos 900 mil desempleados en este sector, informó Melisa Vargas Camacho, directora del Instituto Mexiquense de la Juventud (IMJ).

La funcionaria dijo que la entidad refleja la realidad laboral del país y los jóvenes son los principales damnificados de la crisis económica. El desempleo en ese rango poblacional habría rebasado la cifra de despedidos entre mayores de 30 años de edad.

De los casi 15 millones de mexiquenses, al menos 4 millones 37 mil tienen entre 14 y 29 años de edad. La directora del IMJ comentó que 300 mil jóvenes de ese rango de edad estudian y trabajan. Un millón 700 mil tienen un empleo fijo y un millón 100 mil prefieren estudiar financiados por sus padres. Al menos 900 mil son desempleados, algunos con estudios profesionales o técnicos.

La Encuesta Juventud del estado de México 2009, aplicada por el IMJ entre mil 130 jóvenes, indica que la falta de dinero en el hogar provocó que 39.7 por ciento abandonara sus estudios y 25 por ciento optara por trabajar.

Lo anterior significó que cuatro de cada 10 truncaran sus estudios. Entre 20 y 29 años es cuando la deserción escolar ocupa cifras alarmantes hasta de 54 por ciento, refiere la encuesta.

El estado de México está dentro de las seis entidades con mayor índice de desempleados del país. Las cifras oficiales refieren que en el segundo semestre de este año superó la media nacional de 5.2 por ciento y registró una tasa de 7.1, por arriba del Distrito Federal, que fue de 6.9 por ciento.

La estadística del IMJ refiere que 44.4 por ciento de jóvenes encuestados advirtieron no tener trabajo o un negocio que les genere ingresos. Cinco de cada 10 jóvenes con empleo destinan sus ingresos al apoyo familiar.

Su cercanía con el Distrito Federal y el contar con importantes parques industriales hace del territorio mexiquense un polo que atrae a jóvenes trabajadores de otras entidades.

De cada 10 empleos que se perdieron, ocho eran de jóvenes; la razón es que un empresario prefiere despedir a un joven con uno o dos años de antigüedad que prescindir de empleados con mayor tiempo porque el costo de su liquidación es mayor, comentó la directora del IMJ.

Quienes no estudian y son desempleados residen principalmente en Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chalco, Valle de Chalco, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Atizapán.

Raúl Chaparro Romero, director de Desarrollo Económico de Naucalpan, dijo que la demanda número uno de los jóvenes es empleo, razón por la cual en noviembre la presidencia municipal organizó la primera Feria de oportunidades de empleo por temporada navideña para ofrecer trabajo a jóvenes que concluyeron sus carreras.

Se ofrecieron 3 mil 500 plazas para jóvenes de 17 años en adelante. Fueron para cubrir empleos eventuales de fin de año, principalmente en establecimientos prestadores de servicios.

Cientos de jóvenes mexiquenses y del Distrito Federal, de entre 17 y 25 años de edad, se volcaron en busca de una plaza como vendedores, promotores de ventas, cajeras, meseros, auxiliares del limpieza, cargadores, para envolver regalos y 300 plazas para corte de césped, jardinería y albañilería, entre otros.

“Parece ser buena opción, ya concluí la prepa y ahora tengo que trabajar”, comentó Ana Galindo, quien para seguir sus estudios buscaba colocarse como mesera de algún restaurante durante la feria.

Definitivamente, para jóvenes que trabajan, las condiciones de contratación son lamentables, pues no solamente nos exponemos a cobrar salarios de miseria sino aceptar empleos que no garantizan ninguna prestación de ley más que el salario, todo a cambio de trabajar medio tiempo y llevar dinero a casa, opinó Ana Galindo.

Situación similar vive Karina Sánchez, de 20 años, quien terminó la preparatoria y buscaba empleo como secretaria.

Según la Encuesta Juventud en la búsqueda de empleo se estima que 16 por ciento de los jóvenes demandantes sufre algún tipo de discriminación que impacta directamente en el estado de ánimo.

Falta de experiencia, ser joven o la apariencia física son razones del contratista para rechazar en su empresa jóvenes y si son aceptados asignarles salarios bajos y condiciones laborales irregulares.