La peor epidemia de México es su corrupción, sostuvo ayer la escritora Elena Poniatowska, quien reparó en que afortunadamente existen varias excepciones; así recordó la rectitud y la probidad con la que siempre procedió el fallecido líder sindical Demetrio Vallejo (1910-1985), quien encabezó el movimiento de los ferrocarrileros y apoyó otras importantes luchas laborales y sociales durante la segunda mitad del siglo pasado.

A propósito de la presentación del libro Obras de Demetrio Vallejo, editado por la Sociedad Cooperativa de Trabajadores Pascual SCL, presentado este sábado en el Museo de los Ferrocarrileros, la también periodista trajo a colación lo que aquel luchador social oaxaqueño solía contestar cuando se le preguntaba sobre los líderes charros y la corrupción.

Siempre sostenía que la corrupción no sólo abarcaba un sector del sistema capitalista en el que vivimos, sino que es reflejo de la corrupción del régimen, agregó la autora de El tren pasa primero, libro en el que aborda la vida de Vallejo, quien encabezó una gran huelga en 1959 que colapsó al país.

Decía que si la corrupción no existiera en las esferas más altas de poder, sería indudable que la honestidad, que la rectitud de los funcionarios se reflejaría en el resto del país.

De acuerdo con Poniatowska, Vallejo estaba personalmente convencido de que quienes tienen derecho a exigir la moralización del gobierno son los trabajadores de México, los obreros.

Porque se ha demostrado que la corrupción del gobierno es la enfermedad que más se propaga a la población, más que todas las enfermedades que nos dicen, como ahora la de la influenza A/H1N1. La peor epidemia de México es su corrupción.

Para la autora de La piel del cielo y Tinísima, Demetrio Vallejo es quizá el gran líder en la historia de México; es el gran líder honesto. Hay que recordar que fue un hombre que se hizo así mismo.

De allí que la escritora considerara un acierto celebrar a ese personaje con la publicación de dicho libro, compuesto de un resumen en dos tomos de los documentos, fotografías (algunas de ellas desconocidas), entrevistas y cartas de este líder sindical ferrocarrilero.

Me parece un gran acierto celebrar a uno de los líderes más limpios, el más limpio que hemos tenido, porque él no sólo logró aumentos y mejores condiciones para los ferrocarrileros, sino que permaneció (por esa lucha) 11 años y medio en la cárcel. Por cierto, él siempre aseguraba que quienes habían logrado su libertad eran los estudiantes del movimiento estudiantil.

Lo anterior, porque esos estudiantes portaban pancartas y hasta lonas en sus bicicletas en las que escribieron consignas pidiendo la libertad de los presos políticos. También estaba preso otro gran luchador social: Valentín Campa, mencionó la escritora.

“Demetrio Vallejo –afirmó– era un oaxaqueño admirable que leyó a Marx, y al principio no entendía ni qué era la plusvalía, y que luego terminó leyendo a Gramsci.”

Sobre las Obras de Demetrio Vallejo, de cuya compilación se encargaron Óscar Alzaga y Guadalupe Cortés, precisó el primero que en sus dos tomos se incluyen los principales escritos de ese luchador social, quien escribió cinco libros, dos folletos y aproximadamente unas 200 cartas y artículos que publicó principalmente en la revista Unificación Ferroviaria, órgano oficial del movimiento de 1958 a 1959.

Es el periodo en el que Demetrio Vallejo fue secretario general, escribió e hizo varias contribuciones importantes, así como dos artículos muy famosos, donde planeta al presidente Adolfo López Mateos un estudio económico de los ferrocarriles y alternativas para mejorar el sistema ferroviario del país, refirió en entrevista.

Lo que hicimos fue recopilar todo ese material en estos dos tomos para darlo a conocer, porque es muy importante la obra de Demetrio Vallejo, y la otra parte, que es no menos importante, son las 300 fotografías sobre su lucha.