El operativo de la Marina en el que resultó muerto el líder del cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva, generó reacciones encontradas entre las diferentes fuerzas políticas del país. Mientras legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) señalaron que el operativo fue circunstancial e insistieron en que la estrategia de combate al crimen organizado ha fracasado, los panistas resaltaron que es uno de los golpes más severos en contra de las organizaciones delictivas en los pasados 10 años.

La voz discordante fue la del senador del Partido Acción Nacional (PAN) Santiago Creel, quien expuso que el día que fue abatido Beltrán Leyva fue el más violento, con más de 64 muertos, lo que amerita hacer un alto en el camino y repensar cómo estamos organizados para enfrentar particularmente al crimen organizado.

Tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, la oposición criticó que el operativo se haya convertido en un golpe mediático y de propaganda para el gobierno federal.

Alberto Brunori, representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos humanos, comentó que a pesar de la importancia de la acción en la que murió el también conocido como Jefe de jefes, la tarea de combatir la delincuencia es de las fuerzas de seguridad pública, no de la milicia.

Dijo que se debe fortalecer a las policías para que retomen las acciones en contra de los criminales, porque en esta materia la preparación del Ejército no es la más idónea.

Los senadores priístas y perredistas advirtieron que la prueba del fracaso de las acciones en contra del crimen organizado es que en tres años han muerto 17 mil personas a manos de la delincuencia.

Pablo Gómez, del PRD, dijo que Calderón convierte todo en propaganda para su guerra contra el narco, aunque vaya perdiendo esa guerra, y la senadora del PRI, María de los Ángeles Moreno, consideró un exceso el despliegue mediático que se dio durante el enfrentamiento de la Armada con Beltrán Leyva y sus acompañantes.

Moreno consideró que sería mejor si se pudieran evitar esos trigotes, en los que, con ánimo de captar reflectores, provocaron la intranquilidad de los residentes de Cuernavaca y hacia el exterior dieron la imagen de un país en una batalla sin control, donde la violencia crece cada día.

La legisladora también dijo que a muchos “nos hubiera gustado que capturaran vivo al narco para que declarara, identificara a sus cómplices e informara todo lo referente a su organización criminal”.

En San Lázaro, el perredista Arturo Santana dijo que la muerte del delincuente, de ninguna manera es la eliminación del cártel de Sinaloa. Tampoco es un golpe contundente como presumió Calderón, sino simplemente un golpe mediático y una acción que desatará más violencia en todo el territorio nacional.

Por el contrario, el dirigente del PAN y diputado federal César Nava celebró el operativo. Dijo que la incursión de la Armada fue un éxito en la estrategia contra el narcotráfico y una muestra de que se marcha por el camino correcto. Se deben redoblar esfuerzos para combatir otras manifestaciones del crimen organizado, como el secuestro y la extorsión.

Aunque también reconoció que la muerte de Beltrán Leyva provocará más violencia entre los cárteles, la población civil no resultará afectada. Con respecto al eventual regreso del Ejército a los cuarteles, Nava rechazó esa posibilidad, porque las condiciones que llevaron a las fuerzas castrenses a participar en la lucha contra la delincuencia todavía subsisten.

Nava reconoció que hace falta desarrollar mayores potencialidades de inteligencia financiera para golpear a los cárteles en sus ganancias.

Al respecto, José Luis Cisneros, investigador del Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), planteó que la finalidad del gobierno federal tendría que ser, justamente, la desarticulación de la estructura financiera de las organizaciones criminales, con el fin de dar credibilidad y efectividad a la lucha.

Planteó que no se ataca al narcotráfico en la vertiente financiera por la falta de voluntad del gobierno, que se niega a reconocer la presencia del dinero del narcotráfico financiando muchas actividades económicas del país.

Para el diputado panista Roberto Gil, el golpe al cártel de Sinaloa es resultado tangible de la lucha de Felipe Calderón y su compromiso indeclinable por trabajar en favor de la tranquilidad y de la paz de los mexicanos.

El priísta Ardelio Vargas Fosado, presidente de la Comisión de Defensa Nacional –y responsable del operativo de la Policía Federal Preventiva contra los habitantes de San Salvador Atenco– se sumó a la postura de que las acciones de la Marina fueron producto de labores de inteligencia y no de un pitazo.

También el priísta Alfonso Navarrete Prida, ex procurador de justicia del estado de México en tiempos de Arturo Montiel, calificó el operativo como el más contundente e importante del año. No obstante matizó su posición y cuestionó los resultados.

“Deja entrever que hay problemas en la compactación de la información entre las instituciones. No deja de resultar extraño que haya sido un operativo de la Marina actuando en tierra y yendo más allá de sus funciones de salvaguarda de nuestra integridad patrimonial en costas y litorales”.